Desde el Ministerio de Educación reconocieron no contar con antecedentes de la crisis que afecta a la universidad Iberoamericana, por lo que señalaron que solicitarán información para evaluar el inicio de una investigación.
Al pronto cierre de la universidad Arcis, se suma ahora la deuda millonaria que arrastra la universidad Iberoamericana y que significó la renuncia del exrector, Félix Viveros, junto a cinco miembros de la Junta Directiva, además del retraso en una semana del inicio de clases.
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La ministra de Educación, Adriana Delpiano, reconoció que no contaban con los antecedentes del plantel y adelantó que se iniciará una investigación, cuestionando el rol que han tenido los dueños de la institución.
“Que una señora (Filomena Narváez) con sus hijos sean dueños de una universidad, aunque formalmente está constituida como corporación, es una situación que hay que investigar”, sostuvo.
Sin embargo, el presidente de la Junta Directiva, Roberto Belmar, explicó que la situación de deuda es momentánea y que se cuenta con los recursos para paliar este deficit de 1.200 millones de pesos, de los cuales 150 corresponden al pago de las remuneraciones de febrero, las que serán canceladas este miércoles.
El resto de la deuda, 500 millones, corresponden a un aporte de capital que hicieron los tres socios controladores de la Universidad y que son hijos de Filomena Narváez, quien dejó el negocio del plantel por diferencias con ellos, además de enfrentar una investigación de la fiscalía por presuntos delitos tributarios.
