Hasta el Ministerio de Vivienda y Urbanismo llegaron representantes del Partido Ecologista Verde para presentar una iniciativa de ley que modifique la Ley General de Urbanismo y Construcciones, además de la Ley de Gobiernos Regionales, para que se prohíba a las empresas forestales plantar pinos y eucaliptos cerca de las viviendas.

El presidente nacional del conglomerado ecologista, Felix González, apuntó a que deben terminar los “privilegios” para el rubro, cuya falta de regulación propició la propagación de los incendios forestales, poniendo en peligro a casas y personas.

“Estamos proponiendo una distancia mínima de mil metros, o sea un kilómetro, entre las plantaciones forestales de pino y eucaliptos, las maderables, y las viviendas o centros poblados. Eso es de todo sentido común, sin embargo, las empresas forestales han tenido bastantes privilegios”, expresó González.

Esencialmente, agregó González, pretenden que los Planes Regional de Ordenamiento Territorial, PROT, tengan carácter vinculante, y con ello se circunscriba la actividad forestal a una distancia que reduzca las posibilidades de afectar a la población.

El dirigente señaló que los siguientes pasos son una reunión con la Ministra Paulina Saball y la Subsecretaria Segpres, Patricia Silva, para coordinar e impulsar el cambio legislativo.

En la Corporación Chilena de la Madera, Corma, consideran también necesario regular las distancias, tanto con plantaciones forestales como nativas, pero insisten en que no hay justificación técnica para hablar de un kilómetro.

El presidente de la entidad, Fernando Raga, fue claro al señalar que no es una solución viable, y que los cortafuegos son una elemento más en un futuro plan general de contingencia para incendios de interfaz.

“En España, California y Australia, las legislaciones de los distintos lugares hablan de cortafuegos que van de los 25 y a lo más 100 metros”, expresó el presidente de Corma.

Raga señaló además que las empresas del rubro cumplen regulaciones internas, asociadas a estándares internacionales, pero en general los 22 mil propietarios forestales actúan de distinta forma. Por eso es necesario normar, y que esas regulaciones se cumplan.

Pero considerando un elemento: según datos de la Corma, en la mayoría de los casos son las viviendas las que se acercan a las plantaciones, por lo que una eventual legislación debe establecer también obligaciones a los municipios para controlar las franjas de seguridad de las construcciones respecto a vegetación natural o plantaciones forestales.