Este lunes Manuel Guerra recibiría los antecedentes del caso de Lissete Villa, para iniciar las investigaciones contra los fiscales Marcos Emilfork y Erika Vargas. Esto, luego de que el padre de la menor interpusiera una querella por un posible ocultamiento de pruebas.

El persecutor Manuel Guerra recibiría este lunes los antecedentes para iniciar la investigación por una eventual obstrucción contra los fiscales Marcos Emilfork y Erika Vargas en el caso de la muerte de la menor Lissette Villa, quien murió al interior del centro de protección Galvarino del Servicio Nacional de Menores.

La querella fue presentada por Javier Villa por un presunto ocultamiento de pericias por parte de los fiscales a cargo de la indagatoria, por no tomar en cuenta la autopsia del Servicio Médico Legal, donde señala que la causa de la muerte de la menor fue una arritmia asociada al uso de fármacos, específicamente sertralina y litio.

El detalle, es que -según los querellantes- la investigación está basada en el último informe del Servicio Médico Legal, la muerte se produjo por “asfixia por sofocación producto de compresión mecánica externa”.

El fiscal Metropolitano Oriente, Manuel Guerra, encargado de la querella en contra de Emilfork y Vargas y también del caso Penta, comentó que ya fue notificado de la querella aunque detalló que este lunes recibiría los antecedentes.

Por su parte, el abogado y representante de la madre de Lissete, Sebastián Lafaurie, manifestó que el padre de la menor debe excluirse de esta querella debido a los supuestos abusos que cometió contra otra menor, que es familiar directa.

Entre los presuntos requeridos por el querellante, figuran el tanatólogo René López, la doctora de la PDI Pía Smok, y la médica Pamela Bórquez del Servicio Médico Legal.