Un estudio de la Universidad Católica arrojó que universitarios de diversas carreras y profesores de enseñanza media tendrían un “sesgo ante el tono de la piel“, atribuyendo cualidades positivas o negativas dependiendo de este rasgo físico.

Este tipo de discriminación, explica Emolatribuye distintas cualidades a las personas dependiendo de qué tan “blancos” o “morenos” sean. Otros factores considerados a la hora de hacer este tipo de distinciones, es la presencia de rasgos faciales indígenas o caucásicos.

El estudio, incluido en el libro “Abriendo las puertas del aula: Transformación de las prácticas docentes” fue editado por el Centro de Estudios de Políticas y Prácticas en Educación CEPPE de la U. Católica y Ediciones UC. Éste, consistió en la entrega del expediente escolar de un estudiante de tercero medio, cuya única diferencia era la foto que lo acompañaba: la de un joven “blanco” o uno moreno.

Las personas consultadas tuvieron mayores expectativas en la persona blanca que para el moreno, pese a tratarse del mismo informe. De esta manera, del estudiante de piel más clara esperaban que fuese a la universidad, mientras que el estudiante moreno creían más probable que estudiara en un Instituto Profesional o que no estudiara.

En entrevista con Emol, la persona a cargo del estudio, Jorge Manzi, explicó que en el sistema educativo chileno existen “estereotipos asociados al color de la piel”.

“Los alumnos morenos son considerados menos competentes en lo académico que los alumnos blancos”. Los entrevistados, que son personas muy educadas, han desarrollado la sensación de que las personas de piel más oscura tienen menos capacidad, menos competencia y están menos preparados para que les vaya bien educacionalmente”, concluyó.