Bajo la condición de que se establezca un parámetro claro de negociación, la UDI se abrió a la posibilidad de respaldar el reajuste del sector público propuesto por el Gobierno.

“No puede ser que todos los años se repita este mismo escenario y que al final los que pagan la cuenta son los chilenos que no tienen servicios públicos”, manifestó el senador y presidente de la UDI, Hernán Larraín, para referirse a los problemas que ha tenido el Gobierno para la aprobación del reajuste del sector público.

En medio de las movilizaciones y el rechazo de una parte de la Nueva Mayoría, el gremialismo se abrió a respaldar la iniciativa propuesta por el Ejecutivo en esta materia bajo la condición de que éste fije un parámetro claro y permanente para su discusión.

Precisó que no quieren condicionar a un guarismo determinado su apoyo, sino a un sistema que fije estándares permanentes y que no dependa de un diálogo año a año.

En la misma línea se mostró el diputado Javier Macaya, quien expresó que la discusión no da para más. A su juicio, debe haber una regla de reajuste al sector público, que considere parámetros como la productividad e inflación. A su parecer, hasta ahora, hay un diálogo que “es de sordos”.

En ese sentido, emplazó al ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, a que tome en cuenta la propuesta que están planteando.

En la UDI, además emplazaron a la presidenta de la CUT , Bárbara Figueroa. El líder del gremialismo agregó que la dirigente no tiene autoridad para hablar en nombre de los trabajadores desde el momento en que fue derrotada en la suma de los votos, en las últimas elecciones de la agrupación.

Sentenció que sólo es presidenta porque hubo un arreglo a puertas cerradas entre las cúpulas.