Lázaro Calderón, uno de los dueños de Ripley, guardó silencio ante la fiscalía luego de que ayer, Giorgo Martelli, recaudador de la precampaña de la presidenta Bachelet, vinculara a esa empresa con el financiamiento de la campaña de la mandataria.

El empresario llegó junto a su abogado Jorge Bofill hasta la fiscalía ubicada en la comuna de Ñuñoa, donde los esperaba el fiscal Carlos Gajardo quien investiga presuntos aportes ilegales a la campaña de la actual jefa de Estado.

Calderón solo estuvo cerca de media hora al interior del edificio y se retiró sin prestar declaraciones.

Se trata de dos facturas de $50 millones que pagó Comercial Eccsa S.A., controladora de Ripley, a Asesorías Credo Limitada, sociedad que aparece en el registro del Servel como proveedora de la campaña de la mandataria en el 2013.

Ayer Martelli, declaró ante el fiscal Gajardo que aunque no le consta este pago, “efectivamente puedo deducir que esta operación podría haber tenido que ver con financiamiento para la campaña presidencial de Michelle Bachelet“.

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Mauricio Daza, abogado querellante en estas indagatorias, destacó que se demoraron los fiscales en investigar otras compañías además de Penta y SQM.

Tras los nuevos antecedentes, la fiscalía prepara interrogatorios, entre ellos a los recaudadores de la campaña presidencial del oficialismo quienes fueron identificados, en esta declaración a la fiscalía por el propio Martelli.

Los señalados por exrecaudador de Bachelet son: el exministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, y el expresidente de Endesa, Jorge Rosenblut, como las personas que dirigían su trabajo para canalizar los aportes de empresas a la campaña de la actual mandataria.