Gerd Rath Tegtmeier, chileno hijo de austriaco y de 74 años, explica cómo la AFP, en tan solo 4 años, le ha arrebatado parte de sus 4 décadas de ahorros.

Haciendo caso a las lecciones de su padre, Rath Tegtmeier se trazó como objetivo ahorrar todo lo posible para llegar a una jubilación tranquila, pensando que, a esa edad, el dinero no sería su preocupación.

“No solo les entregué la cotización obligatoria del 10% de mi sueldo ininterrumpidamente durante mi vida laboral, sino que además puse un 50% extra, proveniente de mis ahorros personales, lo que incrementó mi cotización mensual a un 15%, sin considerar el monto que me cobraban mensualmente por administrar mi dinero”, consignó en Ciper Chile.

El septuagenario explicó que en 2009 se decidió jubilar después de 40 años de cotizaciones sin lagunas con AFP Capital y recurrió al Sistema de Consultas y Ofertas de Montos de Pensión (Scomp) para obtener la proyección de cuánto recibiría de pensión durante los siguientes años, según la modalidad que eligiera: retiro programado o renta vitalicia.

“No podía creerlo”

Basándose en ese documento y en la asesoría de una ejecutiva de AFP Capital, calculó que lo más conveniente era optar por el retiro programado.

“Tomé la decisión convencido, planificando todo mi futuro sobre la base de los números que el informe Scomp, un sistema oficial, proyectaba”, relata el anciano.

Durante el primer año todo transcurrió con normalidad, recibió mensualmente las 95,64 UF, pero en noviembre de 2011 su pensión bajó bruscamente a 62,7 UF.

“No podía creerlo. Corrí a la sucursal para hablar con la misma ejecutiva que me había asesorado hace un año atrás, ya que mi mayor preocupación en ese momento era haber sufrido una posible pérdida de mis ahorros personales, que bordeaban los $100 millones (…) solo figuraban $36 millones de ahorro voluntario. ¿Dónde estaban los $60 millones restantes? AFP Capital nunca lo ha aclarado con exactitud, pero seis días después rectificó el monto y recalculó mi pensión que finalmente quedó en 80,11 UF mensuales hasta octubre de 2012”, explicó.

Agregó que “la situación seguía siendo injusta, ya que según el gráfico de Scomp mi pensión debía ser de 94,5 UF en ese período. Esto impactó profundamente en mi proyección de vida, por lo que comencé a buscar respuestas y soluciones a mis inquietudes solicitando reuniones con la Superintendencia de Pensiones y con altos ejecutivos de AFP Capital”.

“Compensación”

En una de esas reuniones, exactamente en enero de 2013, con el gerente general de la AFP Eduardo Vildósola Cincinnati, le ofrecieron una compensación de $5 millones para suplir la diferencia entre su pensión real y la proyectada por Scomp entre 2011 y 2012, pero con una condición: debía firmar un documento en el que renunciaba a cualquier acción judicial a la que pudiera tener derecho en el futuro.

“Firmé, a pesar de que, a mi juicio, la oferta no alcanzaba a cubrir todas mis pérdidas”.

A raíz de estos hechos, en septiembre de 2015 la Superintendencia de Pensiones le solicitó a AFP Capital instruir una completa investigación mediante su Auditoría Interna y la justificación del pago de los $5 millones, lo que aún se mantiene en diligencia.

“Me arrebataron lo que junté en 40 años”

“Creo que mi historia se transforma en una prueba irrefutable de que este sistema está mal concebido y es dañino, incluso para los que hemos cotizado ininterrumpidamente durante toda nuestra vida laboral, entregándoles mes a mes el fruto de años de trabajo y ahorro. Solo cuatro años de jubilación me bastaron para sentir cómo me arrebataban lo que junté en 40 años de permanente esfuerzo”.

Por último, Gerd Rath Tegtmeier se ofreció a participar en las instancias que se puedan dar para el cambio y mejoría del actual sistema de pensión.

“Espero que las comisiones gubernamentales que se forman para estudiar las reformas al sistema de AFP no solo integren a técnicos y académicos que manejan este tema desde el conocimiento teórico, sino también a personas que han sufrido los efectos perversos de este sistema y que tienen la experiencia y los conocimientos necesarios para hacer un aporte sustantivo en esa discusión. Desde ya me ofrezco a participar en esas instancias”.