La ex directora del Servicio Nacional de Menores, Marcela Labraña, evitó referirse a muerte de Lissette -en el centro Galvarino- tras declarar como testigo por más de diez horas en la Fiscalía Centro Norte.

El interrogatorio, que realizó el fiscal jefe de Los Lagos, Marcos Emilfork, comenzó el viernes a las 15 horas y terminó este sábado después de la una de la madrugada.

A la salida del Ministerio Público, Labraña fue consultada respecto a si se arrepentía de sus declaraciones tras la muerte de Lissette en abril, cuando dijo que falleció por “pena”.

La ex directora eludió la pregunta señalando que no era “el día para comentar eso” ya que asistió como testigo, voluntariamente, que era lo más importante al igual que el bien de niños y niñas.

Agregando que “ojalá la investigación sirva para mejorar el sistema en el país”.

La declaración de Labraña se da en la antesala de la formalización que el perseguidor de Los Lagos analiza respecto de los presuntos responsables de la muerte de Lissete en el Cread Galvarino.

A la salida de la Fiscalía Centro Norte, Labraña, fue consultada sobre el primer análisis que hizo por la muerte de la menor que atribuyó a una des-compensación y a la “pena” porque no había tenido visitas.

La investigación por el Caso Sename apunta a determinar si hubo o no negligencias -o delitos asociados- a la muerte de 865 menores que -directa e indirectamente- estaban al cuidado de la institución.

Del total informado por el Servicio, 210 muertes corresponden a niños que estaban bajo la custodia del Estado.

Con la declaración de Labraña se cerró una semana en la que también fueron interrogados como testigos los ex directores, Hugo Herrera, Fancisco Estrada y Rolando Melo.