El Gobierno de Chile, a través del Ministerio de relaciones Exteriores, rechazó la reacción del gobierno de Venezuela tras la polémica detención de un ciudadano de ese país en Santiago.

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“Sorprenden y resultan inaceptables las expresiones e imputaciones utilizadas por el Gobierno Bolivariano de Venezuela, toda vez que ellas están dirigidas a un país en que impera el estado de derecho, que vela por el amplio respeto de los derechos humanos, donde existe plena separación entre los poderes del Estado y está inserto en el sistema de protección internacional de derechos humanos“, indicó Cancillería en una declaración por escrito.

Sobre la situación ocurrida durante la detención del ciudadano venezolano, Carlos Díaz, el gobierno indicó que “tan pronto fueron conocidos los hechos, las autoridades del Gobierno y de Carabineros impartieron las instrucciones pertinentes para dar inicio a una inmediata investigación de lo sucedido de acuerdo a las normas que rigen el Estado de Derecho plenamente vigente en Chile”.

Agregan que Díaz “en todo momento contó con las prerrogativas de asistencia consular a que tiene derecho de parte de las autoridades venezolanas, conforme lo establece la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares”.

“Chile rechaza por impertinente el Comunicado de Prensa del Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela”, sentencia Cancillería.

En el oficio emitido por Caracas, se pide investigar lo ocurrido y se manifiesta preocupación por “expresiones de xenofobia entre hermanos suramericanos, que son producto del odio y la intolerancia”.

El ciudadano venezolano explicó tras su detención que se encontraba defendiendo a un haitiano de una violenta detención por parte de Carabineros.

Tras ser detenido por su intervención, recibió fuertes agresiones físicas y verbales que logró registrar en audio, a bordo de un vehículo policial.