Las organizaciones parte de la Mesa Nacional de la Mujer Rural iniciarán un trabajo mancomunado para la conservación, intercambio y multiplicación de semillas campesinas con el objetivo de resguardar la biodiversidad del país.

Al frente de la iniciativa estará el Instituto Nacional de Innovación Agraria (Inia), principal organismo de investigación agropecuaria del país, que trabaja en el rescate y la conservación del patrimonio genético vegetal, animal y de microorganismos.

Desde 1989 la entidad mantiene un Banco de Semillas ubicado en la localidad de Vicuña, Región de Coquimbo, donde se guardan las especies clasificadas como extintas o en peligro de extinción, endémicas y de importancia alimentaria para la nación.

El director nacional del Inia, Julio César Kalazich, informó que su servicio pondrá más de 100 variedades de semillas tradicionales y nativas de su catálogo a disposición de las mujeres de las organizaciones campesinas, “a fin de que seleccionen aquellas de su interés para su distribución, multiplicación e intercambio en conjunto con el Instituto Nacional de Desarrollo Agropecuario (Indap), y como contrapartida incorporen variedades que consigan rescatar y que sea de su interés preservar”.

Octavio Sotomayor
, director nacional de Indap -servicio que durante 2015 trabajó con 81 mil mujeres rurales-, destacó que el anuncio es muy relevante para la Agricultura Familiar del país y enaltece el rol de las guardadoras de semillas que trabajan por el cuidado de nuestro patrimonio genético. “Esta suma de voluntades y de saberes va a potenciar una línea de trabajo que hoy está cobrando gran importancia a nivel global”, apuntó.

Las semillas campesinas representan la biodiversidad: en armonía con los ciclos de la naturaleza, son sembradas, cosechadas, curadas y guardadas por manos de mujeres que, con amor, respeto y cuidado, se dedican cotidianamente a esta trascendental tarea.

El Trafkintu o intercambio de semillas, en tanto, es un antiguo ritual campesino y de los pueblos originarios donde los participantes comparten conocimientos y saberes sobre las simientes, para consolidar la economía comunitaria y el resguardo de la biodiversidad. En general se realiza en los meses de otoño y primavera, para coincidir con los períodos de siembra, y culmina con una instancia para compartir alimentos y buenos deseos.

En Chile los intercambios de semillas son promovidos principalmente por la Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas (ANAMURI), que junto a organizaciones como Vía Campesina y la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC) promueve la Campaña Mundial de las Semillas, una iniciativa que busca multiplicar las semillas criollas y condena el uso de plaguicidas.