Ni recesión, ni recuperación. El presidente del Banco Central, Rodrigo Vergara, salió al paso de sectores del mercado y del Gobierno que planteaban que la economía nacional se dirigía a uno de estos dos caminos.

Vergara frenó en seco el llamado “inicio de la primavera” con que Hacienda anticipó una posible recuperación de la economía, pero también marcó distancia de sectores de la banca que mes a mes insistían en la posibilidad una recesión técnica.

Las lecturas de la volatilidad del Imacec que en julio anotó un crecimiento de 0,5%, pero que en agosto se elevó hasta el 2,5, fueron foco de críticas por parte del titular de instituto emisor.

Junto a ello, tras encabezar la inauguración de la Conferencia Anual de BCI, Vergara planteó la posibilidad de cambios en la proyección de inflación de 3,5% para este año, dado el rápido anclaje del IPC a la ideal de la institución de 3%.

A pesar de que el Imacec de agosto se ubicó sobre las expectativas del mercado y que la inflación ha convergido de forma más rápida a la prevista a la media de la banda de tolerancia del Banco Central, el Gobierno insistió en que los supuestos del erario de 2017 se mantiene.

El ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, defendió las estimación del Ejecutivo, a pesar de haber sido calificadas como “optimistas” en primera instancia por sectores del mercado.

De concretarse tanto los escenarios de proyección del Banco Central como del Gobierno, la economía nacional completaría cuatro año con un crecimiento promedio bajo el 2%.

Sin embargo, para el expresidente de la Asociación de Banco e Instituciones Financieras, Jorge Awad, gran parte del problema pasa por la confianza, es por ello que el exdirigente gremial apuntó a que el “ciclo depresivo” ha terminado.

A juicio del exministro de Sebastián Piñera, Felipe Morandé, la posibilidad de una recesión, dos trimestres consecutivos de contracción de la actividad, tal como han planteado sectores -en especial de la banca-, se ha disipado.

En este escenario, la revisión a la baja de la tasa de interés por parte del Banco Central toma fuerza, ante la caída en la inflación más rápida que las estimaciones del instituto emisor.

Sin embargo, ello ocurriría a comienzos del próximo año, debido a que la Reserva Federal de Estados Unidos oficializaría el alza de tasa en diciembre.