En entrevista para Radio Bío Bío, Rodrigo Paz, expsiquiatra del Sename conversó sobre la crisis interna del instituto que reconoció la muerte de 865 menores en los últimos 11 años.

Durante los 8 meses que estuvo como psiquiatra del Servicio Nacional de Menores (Sename), Rodrigo Paz asegura haber denunciado públicamente en su momento las irregularidades presentadas dentro del recinto, lo que le habría empujado a poner su cargo a la orden porque, según él, la directora veía sus denuncias como una deslealtad.

Entre 2007 y 2008, Paz había denunciado la ausencia de enfermería, falta de medicamentos, problemas psiquiátricos graves en niños que no tenían ninguna oportunidad real de tratamientos seguros y que había que intervenir con recursos y profesionales la dura crisis que desde entonces se enfrentaba.

Durante su estancia en el instituto, Paz conformó la primera unidad de internación para niños infractores de ley bajo los 14 años en el Hospital Calvo Mackenna.

“Esto permitió que fuera atendido uno de los grandes problemas que tenemos en relación a la infancia vulnerada, que muchas veces producto de su daño, sus condiciones psiquiátricas graves, adicción a sustancias y malos entornos terminan delinquiendo desde los 8 años, como el caso de Cristóbal alias “Cisarro” y por eso constituimos la unidad en el Hospital Calvo Mackenna”, agregó en entrevista con Rafael Venegas.

Paz estuvo luego en el Ministerio de Salud, de donde explica que también salió debido a denuncias que realizó.

Actualmente, es el presidente de una corporación querellante contra el Sename y la cartera de Salud en causas emblemáticas como la de Lissette Villa Poblete, así como otros casos.

Comisión Sename

Desde adentro

A Paz lo contratan para ver cómo poder integrar intervenciones farmacológicas en grupo de niños “que los tenían desesperados” en el Sename.

“La novedad de ese enfoque fue que permitía que en aquellos casos más graves que no podían ser tratados en el mismo centro los hospitalizábamos en clínicas psiquiátricas”, comenta Paz, valorando como positiva la iniciativa ya que muchos de los casos evolucionaron de forma efectiva y pudieron ser reincorporados a sus zonas.

“Pero el costo económico que esto significaba para el Sename al pagar clínicas privadas, hospitalizaciones que podían durar de dos semanas a un mes o 3 meses. Entonces, en algún minuto, para ahorrar recursos, comenzaron a quitar a los psicólogos con los que yo trabajaba, basado en la idea extraña de que si yo con los medicamentos los podía estabilizar para qué quiero psícologos”, explicó el especialista.

A lo anterior, agregó que al momento de una intervención necesitaba trabajar muchas cosas que un psiquiatra no está preparado para hacer por lo que necesita el apoyo de un psicólogo.

“Y en ese contexto de tensión en el que me empiezan a quitar gente, Ximena Planella me invita a denunciar lo que estaba funcionando mal en el Sename y comienzo a explicar que faltan psiquiatras, salud mental, hay un porcentaje altísimo de niños que están siendo tratados de mala manera, sin enfermería, sin orden en la administración de los fármacos, todo lo que hoy día ha reventado a propósito de la muerte de Lissette (Villa Poblete)”, recordó sobre su denuncia en el 2007 que le valió la conclusión de su cargo honorario por parte de la institución.

Posterior a esto, Rodrigo Paz hace una nueva denuncia estando en el ministerio de Salud, responsabilizando a la institución de no invertir lo suficiente en tratamientos y sistemas que eviten la delincuencia infanto-juvenil en Chile.

Excplicó que luego del terremoto de 2010, el dinero que se invertía en el proyecto del Hospital Calvo Mackenna quedó cesante.

“El propio Sename le quita el tratamiento a Cristóbal (Cisarro), quien estuvo tres años sin delinquir mientras estuvo en tratamiento”, explicó Paz, quien agregó que a los tres meses el joven volvía a la delincuencia y cuando lo imputan “el Sename no le entrega al tribunal los antecedentes psiquiátricos, entonces procesan a Cristóbal como un delincuente común”.

“Cristóbal alias Cisarro podría ser hoy día unos de los tantos muertos del Sename y no sería raro que lo sea mañana”, comentó en referencia a la alarmante situación de fallecidos desde dentro de la institución.

Paz también aludió responsabilidad de las muertes a la mala administración de medicamentos que existe por parte del servicio de menores, citando el caso de Lissette, en el que comentó que se le suministró a una niña de 12 años una dosis de un antipsicótico que se usa para el control de los impulsos en algunos casos graves, una cantidad fuera de toda norma.

“20 mg es una dosis que debería haber usado si esta chica tendría una crisis de esquizofrenia”, adicionando que aún, si hubiese sido el caso, esta cantidad es suministrada en adultos.

“Médicos ‘descriteriados"”

Rodrigo Paz asegura que las psicólogas del programa Cavas lo llamaron para pedirles que evalúe el caso de tres menores, en los que estaba Lissette, el cual describieron que “la veían totalmente dopada, sobremedicada y que había subido totalmente de peso y estaba interferida cognitivamente por el exceso de medicamentos”.

El especialista dice que aparentemente el Tribunal de Familia que llevaba el caso se negó a autorizar esta segunda opinión y meses después muere la niña. “Esa fue una de las razones principales por la que surge la querella”, dijo.

“Esto destapa algo de lo que se ha hablado poco, porque todos hablan de la crisis del Sename pero en realidad la crisis del Sename es la crisis del Ministerio de Salud”, sostuvo Paz, añadiendo que en “el caso de Cristóbal porque no se le ofrece posibilidades de tratamiento y en el caso de Lissette porque se le ofrece un tratamiento de mala calidad con médicos ‘descriteriados"”.

Rodrigo Paz concluyó manifestando que espera que en la querella interpuesta en el caso de Lissette por cuasidelito de homicidio no sean inculpadas las cuidadoras porque los responsables sería los médicos que suministraron un fármaco de manera negligente.