Un nuevo detalle se dio a conocer respecto a la desaparición del economista Rafael Garay, cuyo paradero definitivo se desconoce hasta ahora y por quien pesa una orden de captura internacional.

Según publica El Mercurio, Garay estaba en conocimiento de que su pareja estaba embarazada, por lo que le comentó a su abogado, Ángel Valencia, su intención de dejar una herencia a su futuro hijo a través de un testamento.

El abogado le comentó que debido a su delicado estado de salud -según decía Garay- debía someterse a un examen para demostrar que sus facultades mentales se encontraban en buen estado, pues es un requisito para oficializar un testamento.

Pero Garay rechazó realizarse el examen, por lo que no pudo dejar ningún testamento a su futuro hijo, y la situación quedó sólo en una conversación con su abogado.

De acuerdo al matutino, Valencia comenta que Garay se veía feliz a mediados de agosto y aseguraba que estaba contento con la idea de ser padre.

En junio pasado, Garay hizo público que tenía un cáncer terminal y en septiembre viajó a Francia para tratarse la enfermedad, según contó, pero esta semana se estampó una denuncia por presunta desgracia, debido a que se desconocía su paradero, a partir de ese instante, el caso tomó un vuelco inesperado.

Luego de que se conociera que Garay estaba desaparecido, el periodista Iván Núñez lo denunció por una presunta estafa y le pidió que volviera, porque su pareja estaba embarazada, pues también se descubrió que pidió un certificado de soltería en el consulado chileno en Rumanía.

Hasta ahora no se sabe exactamente qué pasó con el economista, pues nunca se trató del cáncer en la clínica donde aseguraba que lo atendían e incluso su pareja, enfermera de un hospital oncológico, dijo que nunca mostró síntomas del padecimiento.