El recurso de protección que interpuso el fiscal regional de O’Higgins, Emiliano Arias, contra el fiscal nacional Jorge Abbott está lejos de ser el primer “encontrón” entre ambos funcionarios del Ministerio Público.

Este episodio viene a consolidar una serie de roces, algunos de ellos públicos, que ha sostenido tanto Abbott como Arias y con los casos de corrupción como denominador común.

La llegada de Jorge Abbott a la cabeza de la Fiscalía Nacional no estuvo exenta de dificultades. El nombramiento, que fue ratificado por el Senado, estuvo marcado por las exigencias desde el mundo político para poner cortapisas a las investigaciones que aún afectan a altos dirigentes de las colectividades.

Uno de estos casos era la investigación de las platas aportadas por SQM a campañas políticas, donde precisamente el fiscal Arias participaba. La causa anteriormente era liderada por Sabas Chahuán, pasando posteriormente a Jorge Abbott una vez que asumió como jefe del Ministerio Público, y más tarde fue reasignada al fiscal regional de Valparaíso, Pablo Gómez.

Este último es apuntado como uno de los más cercanos a Abbott, y Arias renunció a la indagatoria tras una serie de trascendidos sobre presuntas diferencias de criterio con Gómez. Si bien el mismo fiscal Arias reconoció diferencias al renunciar a la causa en febrero de este año, manifestó que “no es posible hablar de quiebre”.

Pero las diferencias sí quedaron de manifiesto, al menos en público, el 6 de junio cuando Emiliano Arias fue entrevistado por CNN Chile cuando llevaba un par de semanas a cargo del caso Corpesca.

En la oportunidad, refiriéndose al caso SQM, afirmó que a fines de 2015 ya se conocían los correos electrónicos entre Pablo Longueira y el exgerente general de la minera no metálica, Patricio Contesse, los que permitieron abrir la arista de cohecho.

Con esto, deslizó que Gómez habría estado en conocimiento de este tema al asumir la causa el 11 de diciembre, contradiciendo lo señalado por el fiscal regional de Valparaíso, que indicó que recién el 8 de enero estuvo al tanto de las comunicaciones entre Contesse y Longueira. El mismo fiscal Gómez ocupó su cuenta en Twitter para salir al paso ante los dichos de Arias, y finalmente Jorge Abbott les exigió evitar los debates públicos.

A lo anterior se suman tres episodios de filtraciones que son atribuidas a Emiliano Arias. La primera fue la divulgación de una minuta de la Fiscalía el 31 de julio donde se recomienda “no perseverar” en investigaciones de delitos tributarios si no existen indicios de que el Servicio de Impuestos Internos presente acciones penales.

Según publicó en su momento El Mercurio, esta minuta estaba en poder solo de tres fiscales, hecho que llevó a presumir la responsabilidad del fiscal regional de O’Higgins.

Los otros dos episodios se relacionan con la apertura de nuevas aristas del caso Corpesca vinculadas a las platas entregadas desde la Federación de Industrias Pesqueras del Sur Austral (Fipes) para campañas políticas, fuera de la vía de aportes reservados. El inicio de la indagatoria, difundido el 4 de agosto, así como también antecedentes adicionales de la causa publicados posteriormente son filtraciones que dentro de la Fiscalía sindicarían a Emiliano Arias como su autor.

El punto de inflexión lo marcó la entrevista que Emiliano Arias brindó a La Tercera, apuntando a que existió “corrupción” en el proceso de formación de la Ley de Pesca.

Tras la publicación, Abbott resolvió remover a Arias del caso Corpesca e iniciar un sumario administrativo en su contra.

Ahora se debe evaluar si la Corte de Apelaciones de Santiago acoge a trámite el recurso de protección. En el caso de ser así, el fiscal nacional Jorge Abbott tendría cinco días para entregar sus descargos.