El ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, aseguró que el fin de las monedas de $1 y $5 no debería producir problemas, ya que existe una regla de redondeo que se aplicará en los pagos en efectivo.

Recordemos que el fin de la obligación del Banco Central de acuñar este tipo de monedas se adoptó como un conjunto de medidas para impulsar la productividad en el país.

“Producirlas cuesta mucho más que su valor y por lo tanto estábamos comprando algo, produciendo algo que no tenía valor al final y es necesario dejar de hacerlo. De hecho, la moneda de $1 era una de las de menor valor en todo el mundo”, explicó.

Ante ello el secretario de Estado sostuvo que una vez que la ley se promulgue, el Banco Central contará con un plazo de un año para cesar su producción.

El jefe de las finanzas públicas enfatizó que “esto no cambia la forma de contabilidad de nadie” ya que los precios podrán seguir expresándose igual que en la actualidad. Detalló que “los pagos electrónicos van a ser al peso, pero los pagos que son en efectivo van a tener que ser redondeados. Y la ley que se aprobó, además de sacarle la obligación al Banco Central, lo que hace es poner una regla: que cuando el último dígito es 1, 2, 3, 4 y 5 se redondea para abajo y por lo tanto, va a ser muy simple. Si una cuenta termina, por ejemplo, en 4, en realidad va a terminar en 10 en la décima anterior”.

En esa misma línea agregó que “esto no debiera cambiar en nada las prácticas” ya que en general el uso de las monedas de $1 es bajo.

“Uno de los problemas que teníamos es que esas monedas desaparecían de circulación, porque básicamente la gente las dejaba en un cajón, en alguna parte y por lo tanto no debiera producir problemas, excepto de que hay que acordarse de aproximar a la decena más cercana”, indicó finalmente.