El comité de científicos independientes, encargado de estudiar las causas de la crisis ambiental que afectó al borde costero de la región de Los Lagos, presentó un informe de avance al Ministerio de Economía en que concluye que el vertimiento de salmones no fue un agente causal de la marea roja.

“El vertimiento de salmones se llevó a cabo en un periodo (14 al 23 de marzo de 2016) en que el viento predominante en la región era propicio para el transporte de material hacia el norte y hacia el oeste, no hacia la costa”, señalan.

Indican que al momento de realizar el vertimiento, ya existían floraciones algales nocivas, más conocidas como marea roja, en diferentes puntos de la región de Los Lagos y Aysén. Por lo tanto, el vertimiento no puede considerarse agente causal de la floración.

Explican que el vertimiento de salmones generó una señal ambiental, con aumento en la concentración de amonio en el agua, que en el océano son extremadamente bajas. Sin embargo, a dos meses del vertimiento fue posible detectar concentraciones de hasta 10 veces mayores a lo normal, siendo la explicación más plausible la descomposición de las 4.500 toneladas de salmones vertidos en marzo 2016.

“Las altas concentraciones de amonio detectadas en la zona del vertimiento no fueron observadas entre el punto de vertimiento y la costa. Esto, combinado con el escenario meteorológico y oceanográfico predominante en esas fechas, nos permite descartar un transporte hacia la costa de los nutrientes generados por la descomposición de salmones vertidos mar afuera”, sostienen.

Los datos les permiten concluir que el vertimiento de salmones, realizado a 75 millas náuticas al oeste de la costa de Chiloé, “no tiene relación directa con las floraciones de algas nocivas en la región”.

El equipo de expertos conformado por Alejandro Buschmann (U. de Los Lagos), Laura Farias (U. de Concepción), Fabian Tapia (U. de Concepción), Daniel Varela (U. de los Lagos) y Mónica Vásquez (Universidad Católica) concluyeron esto luego de una investigación de 11 semanas, con un proceso de revisión de diversas fuentes históricas, toma de muestras, análisis climáticos y oceanográficos y además de obtención de datos en la expedición científica Cabo de Hornos.

La presidenta de la Academia Chilena de Ciencias, María Teresa Ruiz, señaló que “este informe constituye un hito en la relación entre la ciencia y nuestra sociedad. Al mismo tiempo nos enorgullece la rápida respuesta y disposición de científicos chilenos de reconocimiento internacional ante esta coyuntura”.

La vocera del comité científico, Mónica Vásquez precisó que “el vertimiento de salmones no tiene una relación causal con las floraciones algales nocivas observadas en la región. Las condiciones climáticas y oceanográficas fueron propicias para el desarrollo de estas floraciones más comúnmente llamada marea roja”

El comité científico presentará en el mes de octubre de este año una serie recomendaciones para que el país pueda enfrentar de mejor manera este tipo de eventos.