Una comisión integrada por representantes del Ministerio de Hacienda, la Cámara de Diputados y el Senado trabaja para enfrentar la llegada de los nuevos legisladores, que implica el nuevo sistema electoral, sin que esto implique un aumento del gasto fiscal.

Recordemos que el Ejecutivo prometió que el ingreso de nuevos parlamentarios, 35 diputados y 12 senadores, no implicaría un aumento en el gasto fiscal, a pesar de que su financiamiento costará cerca de 9 mil millones de pesos.

José García Ruminot (RN), quien representa al Senado en la comisión, dijo a La Tercera que “en el Congreso, tanto en la Cámara como en el Senado y también en la biblioteca del Congreso, vamos a tener que ajustar nuestros presupuestos a la disponibilidad actual”.

En este contexto, el diputado Gabriel Silber (DC) explicó que “hay distintas alternativas en análisis y todas pasan por importantes señales de austeridad”.

Hasta el momento, los integrantes de la comisión coinciden en que la mayoría de los recursos provendrán de un congelamiento de las dietas de los parlamentarios, ministros y otras altas autoridades estatales al menos hasta 2018. Además, se prepara un recorte significativo en las asignaciones parlamentarias.

Asimismo, como arte de la política de austeridad que se implementará en el Congreso en los próximos meses, los pasajes aéreos de los diputados corresponderán a clase económica, por lo que los pasajes business con cargo a la corporación serán suprimidos definitivamente.

“A partir del 1° de junio del presente año, todos los pasajes aéreos que se financien con cargo a esta Corporación para viajes de las señoras y señores diputados, se efectuarán en clase económica, cualquiera sea el destino del citado viaje”, señala la notificación que recibieron el pasado martes 17, los 120 integrantes de la Cámara Baja, según consignó La Tercera.

Esta medida, que busca recaudar recursos para financiar el ingreso de los nuevos parlamentarios, aún no ha sido equiparada por el Senado.

También se estudia externalizar el organismo encargado de fijar el aumento de dietas, una rebaja en los gastos de alimentación del Congreso y la reducción en un 10% de los viáticos de los parlamentarios.