La emisión de gases de efecto invernadero, la contaminación atmosférica y la generación de residuos mantienen una tendencia al alza en Chile pese a los “avances considerables” en las políticas ambientales que dio el país en la última década, estimó este jueves la OCDE.

Los últimos 10 años Chile realizó “avances considerables en lo atinente al fortalecimiento del marco de política y de las instituciones ambientales en sintonía con las recomendaciones de la primera evaluación del desempeño ambiental de 2005″, afirmó la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), al entregar los resultados de su Segunda Evaluación de Desempeño Ambiental (EDA) del país.

Como ejemplo de estos avances, destacó la creación del Ministerio del Medio Ambiente, el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad, una superintendencia y un servicio de evaluación ambiental, pero advirtió “todavía no se han cosechado los beneficios ambientales de las reformas institucionales”.

Prueba de ello, el consumo de energía y materiales, las emisiones de gases de efecto invernadero y la generación de residuos continuaron su curso alcista, al igual que la contaminación atmosférica, sobre todo en las grandes zonas urbanas.

La OCDE advierte que “más del 95% de los residuos se descargan en vertederos”, mientras que “la escasez de agua y la contaminación constituyen temas preocupantes en las zonas donde se concentran la minería y la agricultura”.

Los gases de efecto invernadero producidos por Chile, en tanto, aumentaron un 23% en el período 2000-2010 y se proyecta que continuarán en alza de la mano del crecimiento económico y el consumo energético.

Para subsanar estas falencias, “es preciso aplicar más rigurosamente la normativa ambiental“, recomienda la organización.

“La capacidad humana y técnica de las instituciones ambientales aumentó significativamente, pero todavía no alcanza el nivel requerido para llevar adelante sus funciones”, critica.

En términos más precisos, se recomienda mejorar las plantas de tratamiento de aguas servidas, reducir las fugas de agua, y ampliar los rellenos sanitarios y los sistemas de transporte público urbano.

Como aspecto positivo, en tanto, la organización se destacó la expansión de la generación eléctrica a partir de la energía solar y eólica, junto con el establecimiento de un 19,5% de la superficie continental como áreas protegidas

A la vez, la OCDE entregó a nuestro país 54 recomendaciones para mejorar sus estándares ambientales.