Con una realidad contrapuesta entre las Fuerzas Armadas y la ciudadanía en temas de jubilación, las pensiones castrenses aumentaron en un 75% en la última década. Cifra distante a las obtenidas por las AFP, que recibieron una mejora de aproximadamente un 30% en los últimos diez años.

Datos manejados por la Caja de Previsión de Defensa Nacional (Capredena), en donde el sistema de reparto que poseen las instituciones armadas generó cifras que, recordemos, permitieron pensiones como las de Pedro Hernández y Myriam Olate, superiores a los 5 millones de pesos.

Diferencias que se mantienen en la polémica y fueron comentadas por el ministro de Defensa, José Antonio Gómez, quien aseguró, los montos recibidos por las Fuerzas Armadas no son el problema, sino los recibidos por la ciudadanía.

Quienes integran las Fuerzas Armadas, Carabineros y Gendarmería, terminan su vida laboral a los 45 años, jubilando a través de Dipreca y Capredena, ambos sistemas de repartos con fondo en común.

El General del Ejército, Humberto Oviedo, señaló que estas pensiones no son un privilegio, ya que deben perder otros beneficios al integrar las fuerzas armadas.

El ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, señaló que al menos en el corto plazo, no habrá un proyecto de ley que busque modificar el sistema de reparto en las Fuerzas Armadas.

A través de un comunicado, la Asociación de AFP de Chile rechazaron las palabras de Gómez y aseguraron que es injusto comparar un sistema de reparto con la capitalización individual y que las declaraciones del secretario de Estado en nada ayudan a un ambiente constructivo que el país requiere.