Tres pasaportes de un chileno fueron encontrados en medio de la selva colombiana en agosto de 2015. Se trataba de un campamento de las FARC, confirmando que la guerrilla colombiana estaba integrada por personas de distintos países. Un año después, decidió hablar con la prensa.

El medio colombiano RCN presentaba por esos días la historia de un supuesto médico chileno a cargo de las relaciones internacionales de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y su financiamiento.

La historia fue replicada en Chile, donde Soysanantonio determinó que se trataba de un hermano de la alcaldesa de El Quisco, Natalia Carrasco (DC), comuna desde donde había salido hace años con rumbo desconocido.

Esta semana la BBC logró comunicarse con él. José Carrasco Pizarro, quien en realidad es un publicista de 33 años, contó por primera vez su historia.

“Las grandes empresas no reconocen países, ¿por qué los revolucionarios no debemos unirnos para defendernos? Para mí las fronteras son en los mapas no más”, señala en conversación con el medio para explicar por qué se unió a una guerrilla extranjera. Además, relató cómo lo hizo para ingresar a sus filas.

El pasaporte encontrado en la selva colombiana | Noticias RCN
El pasaporte encontrado en la selva colombiana | Noticias RCN

Carrasco, quien era conocido en las FARC como “Santiago”, vivió durante ocho meses en el departamento de Tolima, donde le habían dicho que pasaban caravanas de la guerrilla, pero no lograba encontrarlas.

Había salido de su casa al norte con la única determinación de integrar una guerrilla, por lo que insistió. Tras entrar en contacto y superar un período en que fue considerado infiltrado del Ejército, fue aceptado dentro de la guerrilla, donde ejerció labores como enfermero tras recibir instrucción. Allí conoció los rigores de una organización militar.

“Santiago” participó en dos combates y su campamento fue bombardeado durante la noche, donde sufrió la muerte de 3 compañeros, uno de ellos en sus brazos.

Natalio Cosoy | BBC
Natalio Cosoy | BBC

Pese a que hoy vive junto a otra guerrillera de las FARC llamada Clara, José dice extrañar “todo de Chile: la familia, los lugares. Crecí en una familia muy unida”.

Hasta que se encontraron los pasaportes, su familia desconocía de su paradero desde noviembre de 2014 y temían por su salud.