La tarde del martes, Nabila Rifo, -la mujer que sufrió una brutal agresión que habría sido propinada por su expareja-, fue trasladada desde la ex Posta Central donde recibía tratamiento, hasta el Hospital de Coyhaique para continuar con su recuperación.

El pasado 14 de mayo, Nabila sufrió el ataque donde le arrancaron los ojos. Tras casi un mes internada en el centro de salud capitalino, finalmente fue derivada hasta su ciudad natal.

Mientras se mantuvo en el Hospital de Urgencias, debió ser intervenida por un equipo multidisciplinario compuesto por especialistas máxilo-faciales, oftalmólogos, kinesiólogos y psicólogos.

Durante todo este tiempo, quien se hizo cargo de sus 4 hijos fue su madre, Noelia Ruiz, una situación que se volvió un verdadero drama familiar, ya que ella, a su vez, vive con dos de sus hijas: Una con “piel de cristal” y la otra con una discapacidad intelectual severa.

El trabajo del equipo médico contó con el apoyo de al menos 3 centros de salud capitalinos, con el fin de lograr la estabilización tanto física como psicológica de la mujer, lo que permitió su traslado.

Mauricio Ortega, el acusado, en primera instancia fue trasladado hasta la cárcel de Cochrane, algo que no estuvo exento de polémicas ya que los mismos vecinos protestaron e iniciaron barricadas a fin de impedir su ingreso a la comuna.

Finalmente -y ante el riesgo de sufrir algún tipo de agresión al interior de la unidad penal-, fue trasladado a la cárcel de Coyhaique, donde se mantiene recluido en calidad de aislado luego que su defensa solicitará la medida ante constantes amenazas contra la vida del imputado.