Este lunes, los persecutores de Coyhaique a cargo de la investigación por la brutal agresión contra Nabila Rifo, confirmaron que durante visitaron a la víctima, no lograron concretar la toma de declaración, testimonio crucial que podría poner fin a las indagatorias que mantienen a sólo un imputado en prisión preventiva, su expareja, Mauricio Ortega.

El fiscal de Aysén, Pedro Salgado, junto al persecutor en jefe de Coyhaique Luis González, permanecieron cinco horas en la ex Posta Central, donde se recupera Rifo, la mujer hallada con hipotermia y sin sus globos oculares el pasado 14 de mayo a sólo 500 metros de su vivienda.

En la jornada, la víctima de 28 años y madre de cuatro hijos, demostró consciencia de haber perdido sus ojos y de la intervención quirúrgica a la que debió ser sometida para reconstruir su rostro, tras ser golpeada con un bloque de cemento en reiteradas ocasiones.

Juicio de realidad absoluta

El persecutor de Aysén, Pedro Salgado, detalló que Rifo técnicamente no ha declarado en el caso, pero que sí posee recuerdos de lo sucedido. “Ella tiene recuerdos de su vida pasada, de a poco se va acercando a los hechos. Este es un trabajo gradual. Lo importante es que está consciente y tiene juicio de realidad absoluta“, explicó el fiscal.

Tras la visita, ambos fiscales confirmaron que se mantendrán en la región Metropolitana durante los próximos días, ya que esperan que Nabila pronto esté preparada para compartir su versión de los hechos, con el fin de avanzar en este caso de femicidio frustrado, que hoy mantiene a Mauricio Ortega recluido en la cárcel de Coyhaique, donde se encuentra aislado de los demás internos, tras el recurso que presentó su defensa por -acusaron- irregularidades.