El arroz es uno de los alimentos más comunes en todo el mundo, especialmente en los países asiáticos como China y Japón.

Son varias las ventajas las que entrega el cocinar este ingrediente: es relativamente económico, es fácil de preparar y además combina con una gran variedad de otros productos, por lo que se puede consumir tanto en ensaladas, postres como también en los platos principales.

No obstante, una de las desventajas que presenta este alimento es su alto contenido de almidón, el que después de ser consumido se transforma en glucosa.

Es por esto que bastante sorpresa generó el hallazgo de un estudiante de Sri Lanka, quién descubrió la forma de reducir las calorías del arroz hasta en un 50%.

Paul Downey (CC) Flickr
Paul Downey (CC) Flickr

Se trata del joven Sudhair James, estudiante de la Facultad de Ciencias Químicas de Sri Lanka, quién junto a su profesor el Dr. Pushparajah Thavarajah, concluyeron que se puede modificar la estructura del almidón del arroz alterando la forma en que se cocina el arroz.

“Lo que hicimos fue cocinar el arroz como normalmente lo haríamos, pero justo cuando el agua está hirviendo, antes de agregar el arroz, le añadimos un poco de aceite de coco”, sostuvo Sudhair, según consignó el periódico británico The Independent.

Luego de que el arroz está listo, se debe dejar enfriando en el refrigerador por unas 12 horas. Y eso es todo, ya que posteriormente se puede recalentar el arroz para su consumo.

Según indica el citado medio, el aceite que se vierte en el agua genera un cambio en la estructura del almidón del arroz. Por su parte, el proceso de enfriamiento ayuda a preservar la conversión del este compuesto.

Método para combatir la obesidad

Esto da como resultado un arroz con menos carga calórica, algo que puede ser de gran utilidad considerando los índices de obesidad a nivel mundial.

De acuerdo a una investigación publicada en la revista The Lancet, más de uno de cada diez adultos en el mundo es obeso, es decir el doble que hace 40 años.

Por su parte, según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicado en abril pasado, el número de adultos que padecen diabetes se había cuadruplicado desde 1980 hasta unos 422 millones en el mundo, debido sobre todo a la obesidad.