Que una mujer venda su virginidad por internet parece una actividad cada vez más común en este tiempo. Gran parte de las jóvenes que deciden tomar esta decisión lo hacen para pagar sus estudios o brindar una mejor vida para sus familias.
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La joven brasileña Rosalie Pinho se unió a esta práctica luego de vivir una lamentable situación económica junto a su familia. Rosalie, de 19 años, confiesa en el portal británico DailyMail que sus parientes han vivido grandes dificultades financieras, las que incluso han significado pasar días sin comer, por falta de dinero para comprar alimentos.
Es por lo mismo que la joven oriunda de Minas Gerais tomó la decisión de solucionar este problema económico “con sus propias manos”. A diferencia de otras chicas que se han inclinado por esa opción, Rosalie creó su propio sitio web para promocionarse y comenzó la subasta con más de 200 millones de pesos (chilenos).
Tal como ella esperaba, en un par de días esta oferta ascendió a casi 400 millones de pesos y continúa aumentando. “Estoy esperando que el valor llegue a los 600 millones de pesos (chilenos), ¡será lo mejor me haya pasado en la vida!”, expresa.
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Con el dinero, la joven desea mudarse a una ciudad más grande junto a su familia, comprarle una casa a su madre y pagarse sus estudios universitarios. También desea establecer su propio negocio para que éste le ayude “a vivir sin preocupaciones financieras”.
Un aspecto que llama la atención en la propuesta de la joven brasileña es que ella no enseña su rostro por completo en las imágenes (como lo hacen otras jóvenes). “Es totalmente secreto. Me preocupa cómo podría afectar esto a mi familia, respecto a los demás”, cuenta.
Sin experiencia
A pesar que Rosalie se muestra con audacia y sensualidad en sus fotos promocionales, la verdad es que nunca ha tenido una experiencia cercana al sexo. “Nunca he salido con nadie y el contacto máximo que he tenido con los chicos se limita a unos pocos besos”, admite.
“Al principio, la idea de dormir con un completo extraño me asustó, pero me acostumbré a la idea y preferiría perder mi virginidad de esta manera que con alguien que me rompa el corazón”, asevera con seguridad.
Respecto a los parámetros de legalidad de lo que está haciendo la joven, está completamente dentro de los márgenes: es mayor de edad y vender sexo en legal en Brasil. Lo único que es ilegal es operar prostíbulos.
En tanto, la subasta de la joven ya lleva tres semanas en internet y pretende extenderse hasta la primera semana de mayo.
Sin embargo, no “cualquiera” puede acceder a ofertar por la virginidad de la brasileña. “Es mi cuerpo, son mis reglas”, dice la joven que empleó un listado con 10 requisitos que deberá cumplir quien compre su “primera vez”.
“Debe ser totalmente discreto”, “debe presentar un documento médico que muestre que no posee enfermedades venéreas”, “debe usar condón”, “el comprador tendrá que viajar a Brasil para concretar el trato”, “no se acepta ningún tipo de violencia”; son algunas de las reglas que estableció Rosalie.
En tanto, el “comprador” puede chequear su virginidad con un médico de confianza y, tampoco, importa su edad, etnia, apariencia, religión o cualquier otro factor sociocultural. “Sólo espero que sea amable conmigo”, confiesa.
