Sophie Gray solía ser una bloguera fitness que mostraba su tonificado cuerpo, alimentación saludable y ejercicios en su cuenta de Instagram. Fue así como ganó más de 430 mil seguidores en tres años, quienes elogiaban la belleza y “perfección” que la joven compartía diariamente.
Pero hace algunas semanas, la joven canadiense se aburrió de seguir este estándar y decidió mostrarse tal cómo es. Es así cómo publicó una foto en la que anunció que dejaría a la “antigua Sophie” en el pasado y ya no mostraría más imágenes de ella en bikini. Tras la publicación, más de 70 mil personas dejaron de seguirla, descendiendo hasta los 367 mil followers.
“Tener six-pack y thigh gap (espacio entre los muslos) no te hace más feliz”, escribió tajante la joven que se percató que su delgadez la estaba “amarrando” a un estilo de vida que le entristecía.
“Siempre me preocupaba por mi imagen corporal, porque mi ‘valor’ en Instagram dependía de ello. Fui yo quien estuvo detrás de esa cuenta durante tres años. Vi cuáles son las imágenes que mejor funcionaban y me di cuenta de lo que la gente quería ver: más físico, más delgadez, más definición y perfección”, admitió la instagramer al portal de belleza Marie Claire.
Sophie admitió que sentía que su imagen no sólo la estaba dañando a ella, sino que también a otras personas: “No quiero llevar a nadie al dolor o la ansiedad con el retrato de un cuerpo y una vida aparentemente perfecta. Me gustaría proporcionar entendimiento y compasión a aquellos que están viviendo con ansiedad, ayudarles a superarla. De esa manera sentiré que mi experiencia con mis propios problemas valdrán para algo”.
Si bien, en un principio, perdió miles de seguidores, a la fecha la joven suma más de 410 mil, muy cerca de la cifra que tenía cuando era una “chica fitness”; no obstante, hoy mantiene un discurso que la hace feliz, lejos de la “perfección” que la aprisionaba. “No soy perfecta como muchas personas comentan en mis fotos”, expresó.
A continuación revisa algunas fotos de la joven: