Tiene 42 años, cuatro hijos, un título profesional de abogada y el 98% de su cuerpo tatuado. María José Cristerna es conocida a nivel mundial como “la mujer vampiro” y es poseedora de tres Récords Guinness como “la mujer con más modificaciones corporales del mundo“.

María sólo tenía 14 años cuando se realizó su primer tatuaje. No obstante, fue cuando cumplió la mayoría de edad que comenzó a agregar más dibujos en su piel. De esta forma, incorporó 49 modificaciones en todo su cuerpo, las que luce hasta hoy de forma permanente.

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“Amo lo que soy y como me veo. Represento la libertad de expresión al máximo, la libertad de la mujer hoy en día“, cuenta la mujer en entrevista con el noticiero América Vive. “Esto es parte de mi personalidad”, destaca.

La artista nacida en Guadalajara (México) tiene múltiples piercings en sus cejas, labios, nariz, lengua, lóbulos, ombligo y pezones; además de una corona de implantes en su frente, modificaciones dentales, expansiones en las orejas, lengua bífida (partida), implantes en sus pómulos, senos, glúteos y extremidades, como también tatuajes en sus ojos, y el cabello tinturado: modificaciones que ha realizado durante 28 años.

“Tengo muchas modificaciones que me ha hecho mi médico. No pensaba hacerme tantas, pero con el transcurso del tiempo las fui queriendo e incorporando”, admite.

Respecto a los cuidados y el dolor corporal que significa su transformación, María confiesa que “lo más doloroso” fueron las tinturaciones de sus ojos y que debe ser muy cuidadosa con lo que come para no dañar su dentadura.

La mexicana además destaca que es importante ser maduro y estar decidido antes de modificar la piel. “Mentalmente tienes que estar preparado para las críticas. No puedes hacer un cambio drástico, de un día para otro: hay que aceptarlo poco a poco, porque si no lo haces te puedes arrepentir”, subraya e indica que una persona alcanza esta responsabilidad después de los 20 años.

María José lleva su pasión por los tatuajes no sólo sobre su propia piel, además se desempeña como tatuadora profesional. Este oficio la ha llevado a recorrer varios países (incluido Chile), visitando convenciones de arte sobre la piel, en los que incluso realiza suspensión en el aire.

Además, diseña vestuario y es cantante de una banda de metal. “Cuando ya no tenga más piel para tatuar o expresarme, quiero que la gente lo haga a través de la suya con mi tinta y mis diseños ropa”, relata.

De víctima a defensora de los derechos de las mujeres

Uno de los aspectos más llamativos de “la mujer vampiro” es que estudió, se tituló y ejerció como abogada penalista. María contó en el programa de la presentadora mexicana Laura Bozzo que si bien no puede modificar su cuerpo para adaptarse a las exigencias de formalidad durante un juicio, sí cumple con protocolos de vestuario. Aún así admite que “ya no tiene tiempo para litigar”.

En la línea de su profesión, María José trabaja con el gobierno federal en una fundación que proteje a las mujeres que han sido maltratadas, puesto que ella lo vivió en carne propia por una década.

“Viví durante 10 años de mi vida violencia doméstica y maltrato. Si logras salir de esto (como yo) no puedes permitir que siga pasando. Tienes que levantar la voz”, cuenta la mujer que se casó a los 17 años y luego se separó.

“Por esto mismo me lleno de valor y pretendo apoyar a todas las que vivan lo mismo”, destaca.

Asimismo, subraya que sus modificaciones corporales no tienen estrecha relación con su historia de maltrato. “Yo jamás me he hecho un tatuaje por justificar lo que viví. Este arte me gusta y lo hago por eso. Esto no puede buscar un pretexto, es parte de mí”, aclara.

Una madre multifacética

María José, además de su profesión de abogada, activismo por los derechos de las mujeres y rol como tatuadora, es madre de cuatro hijos: Silvana, de 20 años, y tres adolescentes, Guillermo, Samantha y Samael.

Como cualquier otra madre, ella los prepara para ir a estudiar, les hace sus almuerzos y los acompaña al hacer las tareas escolares.

“En la escuela de mis hijos nadie me juzga. Ellos me respetan de la misma forma que los respeto yo”, cuenta y admite que, de todas formas, es inevitable que todas las miradas suelen posarse sobre ella.

A su familia se suma el tatuador David, su nueva pareja, quien comparte el amor por el arte como ella y tiene modificaciones corporales en su cráneo y córneas, además de piercigs y tatuajes. Su círculo también está conformado por sus múltiples mascotas, perros y cerditos.

Nos vemos mañana en la expo tattoo Celaya!😜#mujervampiro#themexicanvampirewoman#mexicanvampirewoman#thevampirelady#thevampirewoman#lamujervampiro

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Jajaja!!!te agarre barbón!!😎😈#lamujervampiro#mujervampiro#themexicanvampirewoman#thevampirelady#thevampirewoman#tattoo

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Mis hijos de 4 patitas❤

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Respecto a sus padres, su papá murió hace una década y su mamá hace un par de años. Según confiesa, ellos “siempre la aceptaron como fue”.

Hoy es un día muy especial! Tú cumpleaños!! Donde quiera que estes siempre te recuerdo, te mando un abrazo y un beso madre!!

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“La mujer vampiro”

A pesar que no le gusta mucho el apodo que le otorgaron las masas, admite que no le ha quedado otra que acostumbrarse a él. “Me gusta que las personas sean llamadas por sus nombres. Los seudónimos suelen bajar el perfil del individuo”, opina.

“Mary” José Cristerna tiene tres récords Guinnes como “La mujer más modificada del mundo”, título que ninguna mujer ha podido superar. También pertenece a los récords del Museo de Ripley en México.

“Siempre suelo ser amable con la gente, porque ellos siempre quieren algo de ti: tocarte, una foto, conversar… siempre tienen algo que preguntar”, explica María, quien suma más de 80 mil fanáticos sólo en Facebook y más de 40 mil en Instagram.

Su historia y potente influencia llamaron la atención no sólo de sus seguidores, sino que además del cineasta mexicano Zimón Avellaneda Guillén, quien filma hace siete años la vida de “Mary”.

“Esta será la primer película que abordará el tema de la modificación corporal a partir de la experiencia en ella, la cual además muestra la ilegalidad de la modificación corporal en el mundo, cuestiona los parámetros de belleza y aborda el cómo la piel, a través de la modificación corporal se convierte en un lienzo de comunicación a partir del proyecto de cuerpo de cada persona”, relata al portal SPD.

La cinta biográfica se estrenará en menos de un año y llevará por título “Érase una vez mi cuerpo”.