La destacada abogada de Derechos Humanos y Derecho Internacional, Amal Clooney, exigió el jueves a Irak que acepte una investigación de la ONU sobre las atrocidades cometidas por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) y llevar a los responsables ante la justicia.

Clooney, que representa a las mujeres yazidíes que lograron escapar de las zarpas del EI tras ser utilizadas como esclavas sexuales, compareció por segunda vez en seis meses ante la ONU para pedir de nuevo que se juzgue a los integrantes de la organización yihadista por sus crímenes.

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“¿Cómo es posible que no se haya hecho nada?  Hay fosas comunes desprotegidas, los testimonios huyen y ni un sólo militante del EI está siendo juzgado por crímenes internacionales en ningún lugar del mundo”, señaló.

La abogada británica de origen libanés, de 39 años y casada con el actor George Clooney, afirmó que un proyecto de resolución redactado por Reino Unido para lanzar la investigación ya está listo para ser sometido a votación por el Consejo de Seguridad, pero Irak todavía no ha dado su aprobación.

Clooney pidió al primer ministro iraquí, Haider al Abadi, “enviar una carta al Consejo de Seguridad para que se investiguen los crímenes del EI”.

“No permitan que el EI se libre de este genocidio”, subrayó.

El embajador iraquí ante la ONU, Mohamed Alhakim, aseguró que su gobierno también quiere justicia y que los tribunales de su país han recibido 500 denuncias sobre crímenes cometidos por miembros de la red yihadista.

Ante el avance de las tropas iraquíes en Mosul para expulsar a los combatientes del EI, Alhakim afirmó que el siguiente paso del gobierno es garantizar “una auténtica reconciliación” entre los distintos grupos étnicos y religiosos de la ciudad.

“Necesitamos que estas comunidades estén en paz las unas con las otras”, apuntó.

Irak lanzó en octubre la ofensiva para recuperar Mosul, que cayó en poder del EI cuando los ciudadanos suníes no aceptaron ser controlados por fuerzas de seguridad de mayoría chií.

En septiembre de 2016, Amal ya había dado un primer discurso en la ONU sobre el mismo tema, ocasión en la que dijo “esta es la primera vez que he hablado en esta cámara. Desearía poder decir que estoy orgullosa de estar aquí, pero no lo estoy. Me da vergüenza, como defensora de las Naciones Unidas, que los estados estén fallando en prevenir o incluso en castigar el genocidio, porque se encuentran con que perjudicaría a sus propios intereses”.