La australiana Jazz Egger es una de varias modelos que han decidido romper el silencio y revelar los secretos que se esconden tras sus algunos de sus trabajos.

La joven de 19 años de edad que participó en el programa American Next Top Model ha decidido mostrar el lado B de sus bellas fotografías contando junto a cada una de ellas la verdad que se esconde tras la imagen con el hashtag #truthbehindthisshot.

Egger ha publicado varias fotos en su cuenta de Instagram en donde escribe sinceros pie de fotos contando que es lo que ha ocurrido antes o después de capturar a la imagen, y ha sido aplaudida por los usuarios de redes sociales por su gran honestidad.

“No les voy a mentir, el único motivo por el que sigo aún en Instagram es porque los directores de ‘casting’ siempre preguntan por el número de ‘followers’ que tienes” confesó en una de las imágenes.

En otra foto publicada hace solo algunos días, aparece Jazz posando en ropa interior, y contó en la publicación que para esa sesión fotográfica la agencia en que trabajaba le dijo que tenía las caderas muy anchas y que tendría que bajar de peso si quería desfilar en el London Fashion Week.

“Yo ya estaba por debajo de mi peso, así que decidí no adelgazar más. Aún así, me admitieron para desfilar”, dijo.

En una selfie frente al espejo confiesa que casi se cayó de la cama intentando hacer que sus piernas se vieran más delgadas, y en otra foto revela que se demoró 1 hora pensando si la publicaba porque no le gustaba su nariz. Sin embargo, hay otra publicación que ha llamado la atención.

En un video aparece quieta mientras alguien le tira un balde de pintura, todo esto para un comercial, sin embargo, contó que pese a que quedó toda manchada, no consiguió ser ella quien apareciera en la publicidad.

“No estaba sonriendo lo suficiente, así que pidieron a otra chica que ni siquiera había pasado el ‘casting’ que me sustituyera. Se convirtió en la nueva imagen de la firma en lugar de mi”, contó.

Jazz Egger explicó al diario británico Daily Mail que ha decido realizar estas publicaciones para demostrar lo “estúpidos” que son los estándares de belleza y expresó que si los diseñadores se dispusieran a confeccionar prendas “estándar” la presión por ser delgada disminuiría.

Además contó que constantemente recibe mensajes de jóvenes pidiéndoles consejos para adelgazar, pero ella prefiere responder “¿Si fueras la única persona en este planeta y nadie pudiera verte, todavía desearías cambiar tu cuerpo?”.