Muchas parejas atesoran las fotografías de su boda y las conservan toda la vida, para Wiliam y Janice Robertson de Fife, Escocia, no fue la excepción y, pese a que tenían varios kilos de más, estaban tan enamorados que no les importó cuando dieron el sí.
Los malos hábitos alimenticios y una vida sedentaria provocó que ambos estuvieran fuera de forma al momento de contraer matrimonio. En el caso de Janice sólo pudo usar un vestido de novia talla 50 y con mucha dificultad, ya que no encontró más grandes.
Aunque se suponía que debía ser uno de los días más felices de su vida, la novia sintió que perdió la oportunidad de verse perfecta como quería y lejos de sentirse segura de sí misma, estuvo triste e incómoda con su figura, según contó al sitio web Unilad.
Sin embargo, sus vidas tomaron un rumbo diferente cuando recibieron la impactante noticias de que William tenía diabetes. La pareja supo de inmediato que era momento de cambiar sus hábitos alimenticios por una rutina mucho más saludable y el primer paso fue inscribirse en un programa para bajar de peso.
El propósito se volvió algo competitivo y ambos querían ser el que perdiera la mayor cantidad de kilos. Mientras Janice se desprendió de 44, William perdió más de 45 de los más de 90 que cada uno tenía.
El matrimonio estaba tan orgulloso de sus resultados que decidieron renovar los votos para celebrar su décimo aniversario y esta vez con una nueva figura. Fue así como se convirtió en el momento perfecto para recordarlo con nuevas fotografías, una experiencia completamente diferente a la de la ceremonia original.
“Cuando fui de compras por segunda vez fue increíble, pude probarme vestidos talla 40 y me quedaban casi todos bien, así que no pude evitar llorar”, afirmó la mujer. Y en las imágenes de la renovación de votos se puede observar lo radiante y segura que se sintió ese día.
Sus familiares y cercanos no podían creer el impresionante cambio que la saludable y esbelta pareja mostró en la ceremonia donde nuevamente dijeron “sí, acepto”. Una historia con no sólo uno, sino dos finales felices.
