Cuando las cosas no están bien con la pareja, hay varias posibilidades: una terapia convencional, una apasionada reconciliación, darse un tiempo o, derechamente, terminar todo.

Pero rara vez se quiere llegar a eso último… a no ser que la relación realmente no “dé para más”. Por esto es que un nuevo estudio de la Universidad Estatal de Florida entregó una rara recomendación para lograr la felicidad junto a la persona que amas.

Aunque suene extraño, las parejas que observan imágenes de cachorros, bebés y pizza, intercaladas con fotos de tu acompañante, por seis minutos cada tres días, son más felices después de un mes y medio.

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Sí, la misma cara de “no entiendo” puso James McNulty, el psicólogo autor del estudio, al leer las conclusiones. “Tuve un escepticismo similar, basado en mis propias experiencias y en la teoría existente de las relaciones”, manifestó a la plataforma digital del medio Time.

El orígen de la investigación tenía un propósito completamente distinto, pues McNulty pretendía ayudar, a través de la psicología, al personal militar estadounidense que se despliega recurrentemente a situaciones de estrés, por lo que son separados de sus hogares.

Así, junto a su equipo, el investigador se decidió a explorar si había alguna forma de cambiar los sentimientos inmediatos de las personas sobre sus cónyuges. No obstante, este tipo de sensación es muy difícl de capturar, pero el estudio “estaba demostrando que sí se puede captar esa afección de nivel intestinal. Parece ser un importante predictor de las relaciones”.

“Si usted está en una relación y tiene grandes experiencias con su pareja, aprende a asociar a su pareja con ellas y cuando la ve, se siente bien”, explicó McNulty. Lo contrario también es cierto. “Tiempos difíciles con su pareja, tal vez porque él o ella está estresado o frustrado cada vez que habla con ella, puede llevar al cerebro a vincular a su pareja con cosas negativas”.

Con el tiempo, estos sentimientos se vuelven completamente automáticos. “El cerebro no sabe la diferencia entre algunos tipos de asociaciones”, informó el especialista. “Así podemos engañar a nuestras mentes para que asocien a nuestros compañeros con sentimientos positivos”, contunió.

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De esta forma fue que pidieron a 144 parejas que miraran un conjunto de fotos durante seis minutos, cada tres días, por seis semanas, para averiguar si el cerebro podía ser “engañado”.

Algunas de las muestras vieron a su amante junto a una imagen neutra. Mientras otros los apreciaron al lado de una imagen que mostraba felicidad: cachorros, bebés y comida deliciosa -como la pizza-.

Las conclusiones fueron rotundas: aquellos que percibieron las imágenes positivas asociaron a su pareja con buenas experiencias, por lo que eran “más felices”.

No obstante, MacNulty no está del todo convencido de los efectos, por lo que están solicitando más fondos monetarios para dimensionar cuánto tiempo dura la felicidad tras mirar las imágenes y si las consecuencias serían mas fuertes si se ajustan las fotografías a los gustos personales.