La diseñadora estadounidense Tory Burch dominó el viernes el segundo día oficial de la NYFW, la Semana de la Moda de Nueva York, con un mensaje alegre inspirado en Inglaterra para escapar de tiempos políticos turbulentos y una profusión de geometría y color.

El cuadro fue campestre, en los jardines del museo de diseño Cooper Hewitt en Manhattan, donde se realizó el desfile, que dio el tono de esta colección llena de entusiasmo y frescura.

“Lo necesitamos”, explicó Burch a la AFP tras el desfile, señalando que los tiempos “no son optimistas”.
“Debo compartimentar porque me preocupo mucho por lo que pasa en nuestro país, pero también debo hallar la alegría en la vida”, dijo.

Burch buscó inspiración en el diseñador británico David Hicks (1929-1998), que desde los años ’60, con su gusto por la geometría y los colores, rompió con la neutralidad preferida por la mayoría de sus colegas.

Ser estadounidense

El tenso clima político durante la presidencia de Donald Trump también afectó la colección del joven diseñador australiano-estadounidense Matthew Adams Dolan, que debe su éxito fulgurante a que la cantante Rihanna se enamoró de sus jeans “oversize” (extra grandes).

Dolan ofreció “una meditación sobre lo que ha significado ser estadounidense en el pasado, y lo que significará mañana”, en momentos de crecientes divisiones políticas y de sucesivas protestas callejeras.

Albert Urso | AFP
Albert Urso | AFP

Mezcló elementos pintorescos de Estados Unidos con lo que llamó “algo más siniestro” tras el barniz de la aristocracia, con guiñadas a películas como “American Psycho” o “Intenciones crueles”.

Esto se tradujo en ropa que parte del vestuario ‘fresa’ para deconstruirse: buzos clásicos con ochos pero inmensamente amplios, con una manga colgando de la espalda o rodeando la cintura, o trajes a rayas chics de mangas desmesuradamente largas, emblemáticas de Dolan.

Vestido de origami

Bibhu Mohapatra, que nació en India y ha vestido a la exprimera dama Michelle Obama, hizo una colección de estilo japonés, fascinando a sus leales admiradores con grandiosos tops y faldas inspiradas en el teatro tradicional Kabuki.

Con mucho uso de las rayas, los bordados y una sastrería impecable, el creador presentó looks modestos que vistieron a las modelos del cuello a los tobillos, con apenas un toque sexy en mangas largas de encaje.
Para la noche, optó por el glamur con un sensacional vestido de mikado de seda con mangas de pétalos como si fuera un origami, que se abría desde el busto como una flor.

Ostras a voluntad

Como en oportunidades anteriores, Kate Spade eligió presentar su colección en un ícono de Nueva York, esta vez el célebre Oyster Bar de la Estación Central de trenes, con sus techos abovedados de baldosas. Pero como el tema de esta colección fue Nueva Orleans, se sumó a la fiesta una orquesta de jazz.

Mientras los mozos repartían ostras a voluntad, las modelos se pasearon entre los presentes en ropas colores pastel y floreadas, románticas y livianas.

La colección “es un poco más informal, un poco más fácil esta temporada, lo cual la torna más relevante”, dijo a la AFP la presidenta y principal jefa creativa de la marca, Deborah Lloyd.

Aunque Kate Spade fue comprado por la marca de carteras Coach por 2.400 millones de dólares hace cuatro meses su búsqueda por llegar a los consumidores “millenials”, Lloyd asegura que nada ha cambiado desde el punto de vista del diseño.

Un debut de ensueño

Buena parte del mejor talento estadounidense como Altuzarra, Rodarte y Proenza Schouler desertaron la NYFW esta temporada, pero para el diseñador italiano Giuliano Calza, de 28 años, debutar en la Gran Manzana es un sueño.

Su marca GCDS (“God Can’t Destroy Streetwear”, o “Dios no puede destruir la moda urbana”) develó una fantasía divertida y coqueta, inspirada en la novela de Truman Capote “Los cisnes de la Quinta Avenida” en el segundo día oficial de la NYFW.

Giuliano Calza, de 28 años, fundó la marca de lujo “made in Italy” y destinada a una clientela joven hace apenas dos años en su garage, pero ya se ha ganado muchos devotos e hinchas fanáticos como Kendall Jenner, Bella Hadid y Hailey Baldwin.

“Milán es divertido, es mi ciudad, es donde vivo, pero Nueva York es aún el sueño”, dijo Calza a la AFP tras bastidores antes del desfile, que mostró joggins de cintura baja y camisetas tejidas cortas y sofisticadas.

Oriente y Occidente

La diseñadora china basada en Nueva York Snow Xue Gao se inspiró en la dualidad masculino-femenino y en la Ópera de Pekín, donde su madre trabajó como actriz, en su segunda temporada oficial en la NYFW.

 Fernanda Calfat | AFP
Fernanda Calfat | AFP

“Creo que este momento es bueno para algunos jóvenes diseñadores, con algunas marcas grandes saliendo de la Semana de la Moda de Nueva York”, dijo a la AFP.

La diseñadora, que en el pasado trabajó con Jason Wu y creó su propia marca en 2016, explicó que su clienta ideal es una joven que trabaja y que precisa vestir un traje o uniforme, pero que no quiere usar algo normal, sino algo especial. Una mujer independiente, que ame la seda, una de sus telas preferidas.

Sus creaciones unieron por ejemplo el vestido tradicional chino, el qipao, con drapeados en diagonal, volantes a media pierna o nudos en la cintura.