Mientras muchas mujeres han optado por tatuar sus cejas con micropigmentación o maquillaje permanente y darles forma de pluma o simplemente engrosarlas al estilo Cara DeLevingne, una mujer llamada Amanda Coats, oriunda de Melbourne, compartió las impactantes fotos de una severa infección alrededor de los ojos, contraída por realizarse el tratamiento.

Además de quedarse sin cejas, Coats afirmó que sufrió mucho dolor e intensas migrañas, pero la dueña de la clínica donde se realizó el procedimiento negó que tuvieran responsabilidad en la infección, asegurando que no se han presentado otros casos.

“La esteticista que me realizó el tratamiento estaba trabajando al mismo tiempo conmigo y otra cliente, por lo que estaba muy apurada”, relató al diario británico Daily Mail.

Daily Mail
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Agregó que la especialista usó los mismos guantes en ambos casos y los implementos no habrían estado debidamente esterilizados. Por eso, al otro día de realizarse el tratamiento despertó con mucho dolor y notó que la piel alrededor de sus ojos había comenzado a desprenderse. “Había pus en mis cejas y se hincharon hasta que se filtró en los ojos”, relató.

Lo peor de todo fue que comenzó a enviarle fotos a su esteticista para que le diera alguna solución y sólo logró que la tratara de “dramática”, asegurando que era una situación normal y que debía esperar más tiempo para ver los resultados, a pesar del sufrimiento que tenía.

“Me dijo que no había recibido las imágenes, que no las vio, a pesar de que se las envié por mensaje a su teléfono y por Facebook. También dejó de responder mis llamados”, agregó.

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Amanda Coats continuó insistiendo, pero al no recibir ninguna ayuda debió recurrir a un médico de urgencia, el que le recetó antibióticos y cremas para sanar la infección, además debió realizar grandes esfuerzos todos los días para poder cubrir las heridas que le dejó el tratamiento que ya había pagado.

El propietario de la clínica negó a Daily Mail Australia la versión de su clienta y afirmó que cuando se retiró de la clínica estaba encantada con los resultados.

La esteticista explicó que la mujer efectivamente los llamó una vez y fue porque estaba preocupada por el color que se le estaba desvaneciendo, pero le dijeron que era normal al principio y eso la tranquilizó·

Agregaron que no supieron de Amanda hasta dos semanas después de que se trató en su centro de belleza, cuando les envío una fotografía de la infección que tenía. Sin embargo, explicaron que es imposible que tenga que ver con el tratamiento y menos que ocurra tanto tiempo después, porque la esposa del dueño de la clínica ha realizado cerca 2.000 procedimientos de ese tipo y nunca tuvo problemas.

Por el momento, ambas partes esperan tomar acciones legales. Amanda por los daños que le habrían provocado a su salud y al centro de estética porque sienten que no pueden defenderse sin ayuda de un abogado.

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De esa manera, aunque la clínica pudo haber tenido responsabilidad en la infección de su clienta, también hay aspectos a considerar antes y después de realizarse el tratamiento que pudieron haber influido en la reacción alérgica que tuvo. La Asociación Española de Micropigmentación, realizó un artículo para informarse sobre este tema, por el bien de la seguridad y la salud de sus pacientes.

En definitiva, explican que una semana antes de realizarse el tratamiento es necesario un estudio del rostro para ver reacciones alérgicas, leer los cuidados que se debe tener y firmar un consentimiento informado. Asimismo, el cliente debe considerar que la micropigmentación se realice en una sala especialmente equipada y con los implementos necesarios y seguros para tales efectos.

Una vez finalizado el tratamiento, aconsejan que, al menos durante siete días, se mantenga una serie de cuidados para obtener un buen proceso de cicatrización y evitar alteraciones no deseadas. Por lo mismo, la Asociación Española de Micropigmentación recomienda escoger un lugar que realice seguimientos de más de un mes en caso de que el paciente lo requiera.