Parece extraño pero es una realidad muy común: al 70% de las mujeres que son madres les suele aumentar el tamaño del pie para siempre.

Tal vez algunas no lo noten demasiado, puesto que una parte experimenta el mínimo crecimiento, alrededor de 2 milímetros (mm); sin embargo, otras pueden experimentar hasta 10 milímetros (mm) de aumento, que se traduce en un número más de calzado.

Los matrones Francisca Pereira y Diego Muena, docentes de la Universidad Mayor, revelan el motivo detrás de este insólito fenómeno, que se relaciona con los cambios propios del embarazo.

Jashina (CC0)
Jashina (CC0)

Cambios durante el embarazo

El cuerpo experimenta muchos cambios durante el embarazo, los que son necesarios para adaptarlo a crear un nuevo ser en su interior. Los expertos señalan que además de las transformaciones en todos los sistemas (circulatorio, respiratorio, urogenital, hormonal; etc) y los cambios psicológicos y emocionales, los huesos también se ven muy afectados.

“A nivel óseo no sólo se ve afectada la curvatura de la espalda, ya que la columna debe soportar mayor peso de lo normal, sino también los pies”, aseguran los docentes. “No se trata de una simple hinchazón como consecuencia de la retención de líquidos, sino de un crecimiento real del pie”, aclaran.

Los matrones revelan que la culpable de este cambio es una hormona llamada relaxina. “Ésta es segregada por la placenta para hacer que las articulaciones sean más laxas y flexibles; así poder facilitar el paso del feto durante el parto”, explican.

“Esta hormona influye en los ligamentos y en el arco de la planta del pie, por lo tanto, se observa como un pie más largo y plano”, detallan los expertos y destacan que a 3 de cada 10 mujeres no les ocurre puesto que sus niveles de relaxina no son igual de invasivos.

En tanto, este cambio suele suceder en el primer embarazo.

Recomendaciones

Lamentablemente el pie no retornará nunca al tamaño que tenía antes del embarazo, motivo por el que el calzado que usaba la mujer antes de ser madre ya no podrá utilizarlo.

CC0
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Considerando que esta alteración es permanente, irreversible y podría ser la causa de algunos trastornos músculo-esqueléticos en las mujeres como, por ejemplo, el pie plano. Los expertos recomiendan usar calzado cómodo, amplio y flexible durante el embarazo. Pero nunca andar descalza.

“El zapato ideal, sería zapato de tacón bajo, ancho y que proporcione una buena sujeción en el talón”, recomiendan.