Australia decidió autorizar las exportaciones de cannabis con fines terapéuticos para estimular a sus incipientes productores nacionales y convertirse en líder mundial.

Una primera granja recibió en marzo la licencia para cultivar cannabis medicinal, y varias hicieron lo propio después. El gobierno ve en el cannabis con fines terapéuticos un sector económico con futuro.

“Es un paso muy importante para nuestros pacientes y para la producción nacional”, dijo el ministro de Salud, Greg Hunt, a la televisión ABC.

“Saber que tienen un mercado australiano y un mercado internacional aumenta la probabilidad de la producción nacional” indicó el ministro.

Hunt agregó que Australia espera convertirse en “el proveedor número uno mundial de cannabis medicinal”, pero que una de las condiciones para conceder un permiso de exportación sería aceptar que el mercado nacional siga siendo la prioridad del productor.

El uso recreativo del cannabis sigue estando prohibido en Australia, país que autorizó su uso terapéutico en 2016, algo que también hicieron otros como Canadá, Israel y una mayoría de estados de Estados Unidos.