Estados Unidos celebró este martes la renegociación del Tratado de Libre Comercio con Corea del Sur (Korus), que expande el acceso a los fabricantes estadounidense al mercado de automóviles surcoreano al tiempo que limita las importaciones de metales del país asiático.

“Estados Unidos y Corea del Sur llegaron a un principio de acuerdo” sobre un nuevo Korus, después de “intensas negociaciones”, dijeron altos funcionarios de la Casa Blanca, confirmando información anunciada el día anterior por el ministro surcoreano de Comercio, Kim Hyon-chong.

“Cuando quede finalizado, será el primer tratado renegociado con éxito en la historia de Estados Unidos”, agregaron.

Seúl precisó el lunes que el nuevo tratado sería terminado “pronto”.

La economía de Corea del Sur es altamente dependiente del comercio exterior y Estados Unidos es su segundo socio comercial.

Pero el presidente estadounidense, Donald Trump, había denunciado este acuerdo, calificándolo de “horrible” y “asesino de empleos”, alegando que estaba desequilibrado a favor de Corea del Sur.

El déficit comercial de Washington con Seúl alcanzó los 10.300 millones de dólares en 2017.

De acuerdo con la nueva versión del tratado, Seúl abrirá más su mercado de automóviles a los fabricantes estadounidenses, y acepta la extensión hasta 2041 de los impuestos estadounidenses del 25% sobre los pick-ups (vehículos con plataforma trasera).

Con respecto al acero, Corea del Sur acepta una cuota anual de exportaciones a Estados Unidos de 2,68 millones de toneladas, que es el 70% del promedio de sus exportaciones anuales en los últimos tres años.

Como parte de estas discusiones, las dos partes también están negociando un acuerdo sobre las divisas, “prohibiendo la devaluación competitiva y comprometiéndose con la transparencia”, para que “los países estén informados de lo que otros están haciendo con respecto a la política monetaria”.