El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, despidió este martes al comandante de la fuerza de paz en Sudán del Sur tras un informe que consideró que los cascos azules fracasaron en proteger a los civiles durante un reciente estallido de violencia en Juba.

Una investigación de la ONU determinó que la falta de liderazgo en la misión de los cascos azules en Sudán del Sur (UNMISS) derivó en una “respuesta caótica e ineficaz” cuando ocurrieron violentos enfrentamientos en Juba entre el 8 y 11 de julio.

El portavoz de la ONU, Stephane Dujarric, indicó que Ban “pidió el inmediato reemplazo del comandante de la fuerza de paz“, el teniente general Johnson Mogoa Kimani Ondieki, originario de Kenia y en el cargo desde mayo.

Las tropas de paz abandonaron sus puestos de vigilancia y fracasaron al responder llamados de ayuda de trabajadores humanitarios, blanco de ataques en un hotel cercano, según un resumen del informe.

Unos 16.000 cascos azules fueron desplegados en Sudán del Sur, escenario de guerras desde 2013.

“La investigación especial determinó que la UNMISS no respondió efectivamente a la violencia debido a una falta de liderazgo, falta de preparación e integración entre los varios componentes de la misión”, agregó Dujarric.

Los enfrentamientos ocurrieron entre las fuerzas de seguridad del presidente Salva Kiir y seguidores del exjefe rebelde Riek Mchar, los cuales echaron por la borda los esfuerzos internacionales para crear un gobierno de unidad y restaurar la paz en Sudán del Sur.

La investigación, liderada por el general alemán Patrick Cammaert, no logró verificar las denuncias de que los cascos azules no hicieron nada para ayudar a una mujer que fue violada cerca de la base de la ONU durante los enfrentamientos.

Después de la crisis, las tropas de paz “continuaron ejerciendo una postura de aversión al riesgo, inadecuada para proteger civiles de la violencia sexual” y otros ataques, acotó el reporte.