Un hombre que estaba hospitalizado por heridas de bala, fue asesinado este domingo por hombres armados mientras convalecía en el Hospital de Culiacán, una violenta ciudad del noroeste de México, informó la policía local.

Durante las primeras horas de la madrugada, los agresores irrumpieron en el área de urgencias del Hospital General de Culiacán, capital del estado de Sinaloa, y “luego de someter a los guardias de seguridad mataron al herido, a quien degollaron“, indica un comunicado de la secretaría de Seguridad Pública local.

La víctima de 25 años, había ingresado al hospital el viernes, luego de sufrir un atentado en el que también fue lesionado un familiar suyo.

Las autoridades señalaron que ese familiar convalece en otro recinto de Culiacán y cuenta con resguardo policíaco.

En meses recientes, al menos otros dos asesinatos similares han sido perpetrados en ese hospital de Sinaloa, cuna de grandes capos mexicanos.

Este modus operandi entre miembros del crimen organizado también se ha registrado en numerosos hospitales del país, incluso en Ciudad de México, donde la violencia ligada al narcotráfico se mantiene relativamente al margen.

En diciembre de 2012, un grupo de sicarios entraron a un exclusivo hospital del sur de la capital y asesinaron a un narcotraficante que había resultado herido el día anterior durante un enfrentamiento.

Sinaloa, junto con los vecinos estados de Durango y Chihuahua, forma parte del llamado triángulo dorado, una zona de gran producción de amapola y marihuana del país.

En Sinaloa actúa el cártel del capturado Joaquín “El Chapo” Guzmán, pero grupos antagónicos le disputan a sangre y fuego el control de las rutas del narcotráfico hacia Estados Unidos.

Desde que el gobierno lanzó un combate militarizado contra el narcotráfico, en diciembre de 2006, más de 166.000 personas han sido asesinadas y más de 27.000 reportadas desaparecidas, aunque estas cifras oficiales no especifican cuántas de esas personas fueron víctimas de la violencia relacionada con el crimen organizado.