El presidente francés, François Hollande, y la jefa del gobierno alemán, Angela Merkel, elogiaron el domingo en Verdún “el mensaje de esperanza” de esta ciudad francesa durante la conmemoración del centenario de una de las batallas más sangrientas de la Primera Guerra Mundial.

“El nombre (de Verdún) es un símbolo de la inconcebible atrocidad y del absurdo de la guerra, pero también de las lecciones y de la reconciliación franco-alemana”, declaró la canciller alemana, recibida en el ayuntamiento de Verdún (este).

Escenario de una sangrienta batalla donde murieron más de 300.000 personas en 10 meses en 1916, “Verdún es por primera vez honrada no por su pasado de sufrimiento sino por su mensaje de esperanza”, insistió el presidente francés al lado de la canciller.

La conmemoración empezó con una ceremonia de recogimiento en el cementerio alemán de Consenvoye, en el este de Francia.

Hollande y Merkel recorrieron bajo la lluvia este cementerio, donde están enterrados más de 11.000 soldados alemanes.

En 1984, también visitaron este cementerio el canciller alemán, Helmut Kohl, y el jefe de Estado francés, François Mitterrand, en una ceremonia que se convirtió en símbolo de la reconciliación franco-alemana después de la Segunda Guerra Mundial.

“Lo que tenemos que hacer con la canciller no es una reconciliación, ya está hecha (…), es decir juntos lo que queremos hacer en este momento preciso para Europa”, había precisado Hollande antes de iniciar la ceremonia.

Para Merkel, que saludó la invitación a Verdún como un signo de “gran confianza”, “no hay duda” de que Europa tiene que afrontar grandes dificultades. Pero Europa “también hizo y consiguió muchas cosas”, había dicho la canciller, recordando la capacidad franco-alemana de “encontrar compromisos”.