La ONU abrió una investigación sobre presuntos ataques químicos del gobierno sirio contra localidades controladas por los rebeldes, anunció este martes la Comisión Internacional de Investigación sobre Siria mandatada por las Naciones Unidas.

“La Comisión recibió múltiples informaciones -que están siendo investigadas- según las cuales se habrían utilizado bombas con cloro en la ciudad de Saraqeb, en la provincia de Idlib, y en Duma, en Guta Oriental”, indicó un comunicado de la institución en Ginebra.

El 22 de enero, el OSDH reportó 21 casos de sofocación en Guta, mientras que habitantes y fuentes médicas habían evocado un ataque con cloro.

El régimen de Damasco niega utilizar armas químicas.

El lunes Washington intentó que el Consejo de Seguridad adopte un proyecto de declaración de condena al uso de armas químicas en Siria.

Pero Moscú quiso enmendar el texto, en particular para que no se mencione Guta, pero no obtuvo el apoyo de Estados Unidos.

La embajadora estadounidense Nikki Haley dijo al Consejo de Seguridad que había “pruebas evidentes de decenas de víctimas” para comprobar el uso de cloro en los ataques a Guta Oriental.

Vassily Nebenzia, embajador ruso en la ONU, respondió acusando a Estados Unidos de sostener una “campaña propagandística” para culpar falsamente al presidente Bashar al Asad.

Por su parte los representantes de diferentes agencias de la ONU con oficina en Damasco lamentaron una “situación extrema” y reclamaron “un cese inmediato de las hostilidades por al menos un mes en toda Siria”, según un comunicado.

El objetivo es “permitir la distribución de ayuda humanitaria, la evacuación de heridos y pacientes en estado crítico, y aliviar el sufrimiento” de civiles, subrayó el comunicado.

“El equipo humanitario de Naciones Unidas en Siria advierte sobre las consecuencias desastrosas si se agrava la crisis humanitaria en varias regiones del país”, subraya el comunicado.