El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, anunció este martes la ruptura de relaciones con Israel y la convocatoria de una cumbre musulmana si Estados Unidos reconoce a Jerusalem como la capital del estado Sionista.

En las últimas semanas la Casa Blanca estudia mover su embajada de Tel-Aviv a Jerusalem, lo que ha crispado la convulsa situación en el Oriente Medio. Con ese movimiento, Washington reconocería el dominio israelí sobre territorios en disputas, lo que obstaculizaría la negociación de la paz en la región.

“Turquía convocará una cumbre de la Organización de Cooperación Islámica (OCI) en Estambul si Estados Unidos reconoce a Jerusalén como capital israelí”, anunció Erdogan frente al Parlamento en Ankara.

“Jerusalén es la línea roja para todos los musulmanes. Podríamos llegar al punto de cortar las relaciones diplomáticas con Israel si eso (reconocimiento) ocurre”, añadió el Presidente.

Las reacciones en Tel-Aviv fueron inmediatas. El Ministro de Asuntos Exteriores emitió un comunicado en voz de Emanuele Nahson, su portavoz. “Jerusalén es la capital del pueblo judío desde hace 3.000 años y la capital de Israel desde hace 70 años, más allá de que lo reconozca Erdogan o no”, dijeron.

La ruptura entre Israel y Turquía tensaría más la región en el Oriente Medio. Ambos son actores claves en la tensa estabilidad de esta zona fronteriza con Europa. Sin embargo, Estados Unidos parece decidido a proseguir con sus planes de reconocimiento de Jerusalem como capital.

“El presidente ha sido claro: no es una cuestión de ‘si’, sino una cuestión de ‘cuándo’. Haremos un anuncio en los próximos días”, enfatizó ante la polémica Hogan Gidley, un portavoz de la Casa Blanca.