El grupo yihadista Estado Islámico (EI) reivindicó sus primeros atentados en Teherán, donde hombres armados y kamikazes atacaron el miércoles el parlamento y el mausoleo de Jomeini, dejando al menos doce muertos y más de 30 heridos.

Estos atentados, perpetrados casi simultáneamente contra dos lugares altamente simbólicos, no tienen precedentes en la capital iraní.

Los ataques duraron varias horas y terminaron hacia media tarde.

La policía informó que todos los atacantes habían sido abatidos alrededor de las 15H00 (10H30 GMT), unas cinco horas después del inicio.

El jefe del servicio de urgencias iraní anunció la muerte de al menos doce personas en los dos ataques, que también dejaron 39 heridos.

El ministro del Interior, Abdolreza Rahmani Fazli, convocó una reunión de urgencia del consejo nacional de seguridad, según la agencia de prensa ISNA.

Combatientes del EI atacaron el mausoleo de Jomeini y la sede del parlamento en Teherán“, señaló la agencia Amaq, el órgano de propaganda del grupo yihadista, mencionando dos atentados suicida.

La organización radical difundió asimismo un video de los atacantes en el interior del parlamento, una reivindicación inédita.

Disfrazados de mujer

El ataque empezó a media mañana cuando cuatro personas irrumpieron en la sede del parlamento, en el centro de la ciudad, una de las cuales se hizo estallar.

Los atacantes iban disfrazados de mujeres, según el viceministro del Interior, Hossein Zolfagari.

Durante el ataque, uno de los agresores salió a la avenida que se encuentra junto a la cámara de los diputados y disparó contra los transeúntes. Las fuerzas de seguridad abrieron fuego contra él, obligándolo a volver al interior del edificio.

Los diputados mantuvieron sin embargo su sesión, dirigida por el presidente de la institución, Ali Larijani, que denunció un acto de “terroristas cobardes”.

Otro ataque coordinado se produjo en el mausoleo del ayatolá Jomeini, situado a unos 20 km, al sur de Teherán.

Un responsable del mausoleo dijo que “tres o cuatro” personas entraron por el acceso oeste del edificio y abrieron fuego, matando a una persona, un jardinero, e hiriendo a varias personas.

Dos atacantes -uno de ellos una mujer- se hicieron estallar en el exterior del monumento, según las agencias de prensa.

Las agencias de prensa difundieron a través de sus redes sociales imágenes de la explosión.

En una de las fotografías se ve una cabeza decapitada, presentada como la de un de los asaltantes al monumento funerario.

Según el ministerio de los servicios secretos, otro grupo de “terroristas” fue neutralizado en Teherán antes de pasar a la acción.

Tras los atentados, Rusia, aliado de Irán en Oriente Medio, condenó los ataques e instó a “coordinar la lucha antiterrorista”.

“Estos actos de terrorismo merecen la más dura condena. Estos ataques ponen de relieve la necesidad de coordinar la lucha antiterrorista, sobre todo contra el Estado Islámico”, declaró a la prensa el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov.