Al menos 18 personas murieron este martes en un bombardeo de la fuerza aérea turca contra posiciones kurdas en el noreste de Siria, indicó el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH).

“Los muertos son combatientes y responsables de prensa de las Unidades de Protección Popular, (YPG)”, según la oenegé, que cuenta con una extensa red de fuentes en el país en guerra. Las YPG confirmaron que hubo víctimas el bombardeo pero sin dar un balance preciso.

Ankara considera que las Unidades de Protección Popular son un “grupo terrorista” porque están aliadas al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, separatistas kurdos turcos).

Según las YPG, los aviones turcos llevaron a cabo antes del amanecer un ataque “contra una base que alberga un Centro de Comunicación para la prensa e instalaciones militares” cerca de la ciudad siria de Al Malikiya, cerca de la frontera turca.

En el vecino Irak, el ejército turco también llevó a cabo un bombardeo contra grupos armados locales que estarían vinculados al PKK pero mató, al parecer por accidente, a seis miembros de las fuerzas de seguridad kurdas iraquíes, según un responsable de estas últimas.

El ejército turco confirmó que había efectuado bombardeos en Irak para “destruir escondites de los terroristas que tienen por blanco a nuestro país”.

“Las operaciones continuarán con la misma determinación hasta la neutralización del último terrorista“, agregó en un comunicado.

Apoyo estadounidense

Se trata, según el OSDH, de los primeros ataques turcos en Siria desde que Ankara anunció el marzo el fin de su campaña militar “Escudo del Éufrates”.

Esta operación lanzada en agosto buscaba, según Turquía, luchar contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI) y también combatir a las YPG.

La aviación turca llevó entonces ataques contra las fuerzas kurdas en el norte de Siria, entre ellas las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), una coalición de milicias kurdo-árabes a las que pertenecen las YPG respaldadas por Estados Unidos.

Las FDS entraron el lunes en Tabqa, una ciudad estratégica en la ruta hacia Raqa, el feudo del EI en el norte de Siria.

La guerra de Siria, que comenzó en 2011 con la represión sangrienta por parte del régimen de las manifestaciones que pedían reformas democráticas, se volvió más compleja con la implicación de milicias, potencias regionales e internacionales y grupos terroristas.