El Consejo de Seguridad de la ONU exigió este viernes a Israel que ponga fin a los asentamientos en territorio palestino, en una resolución adoptada después de que Estados Unidos no usara su derecho a veto contra su aliado más cercano en Oriente Medio.

Sin embargo, el gabinete del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu indicó que no acatarán la medida.

“Israel rechaza esta resolución anti-israelí vergonzosa de Naciones Unidas y no la acatará” indicó un comunicado de la oficina del primer ministro.

“El gobierno Obama no solamente falló para proteger a Israel contra esta conspiración en la ONU, sino que coludió con ella entre bastidores”, añadió.

En una maniobra poco usual, Washington se abstuvo, permitiendo que la medida pasara con los votos a favor de los 14 miembros restantes del Consejo.

Los integrantes de cada país miembro rompieron en un aplauso para celebrar esta resolución.

Nueva Zelanda, Malasia, Senegal y Venezuela impulsaron la votación este viernes, después de que Egipto decidiera postergarla tras la llamada del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, al jefe de Estado egipcio, Abdel Fatah al Sisi.

El embajador israelí ante la ONU, Danny Danon, reconoció que su gobierno esperaba que Estados Unidos vetara “esta vergonzosa resolución”.

“No tengo dudas de que la nueva administración estadounidense y el próximo secretario general de la ONU (Antonio Guterres) marcarán el paso hacia una nueva era en la relación de la ONU con Israel”, declaró.

La resolución exige que “Israel cese inmediatamente y completamente los asentamientos en los territorios palestinos ocupados, incluido Jerusalén Este”.

Además, recalca que las colonias israelíes “no tienen validez legal” y “están poniendo en peligro la viabilidad de la solución de los dos Estados”.

Los asentamientos de Israel son vistos como un gran escollo en los esfuerzos de paz, ya que están construidos en territorios palestinos que pertenecerían a su futuro Estado.

La ONU, que mantiene que las colonias son ilegales, ha alertado en los últimos meses de que han proliferado las edificaciones.

“Israel espera trabajar con el presidente electo [Donald] Trump y con todos nuestros amigos en el Congreso, tanto republicanos como demócratas, para eliminar los efectos dañinos de esta resolución absurda”, señala un comunicado del gabinete israelí.

Unos 430.000 israelíes viven actualmente en Cisjordania y otros 200.000 en Jerusalén Este, que para los palestinos debe ser la capital de su futuro país.