Al menos 17 personas murieron y decenas resultaron heridas este jueves después de que dos trenes que transportaban a cientos de pasajeros chocaran en la ciudad paquistaní de Karachi.

Los testigos describieron las escenas de horror, cuando un tren entró a toda velocidad en la estación de Quaidabad y embistió a un segundo que estaba parado, provocando un gran impacto, seguido de los gritos de los pasajeros en el interior.

Los socorristas, con grúas y herramientas para cortar metal, trataban de alcanzar a las personas todavía atrapadas en los vagones, constató la AFP.

Un alto funcionario de Karachi (sur), Nasir Nazeer, dijo que hasta 1.000 pasajeros podían hallarse en ambos trenes al momento del accidente.

Nazeer dijo desconocer por el momento el número de víctimas, mientras que la portavoz del hospital Jinnah de Karachi, Seemi Jamali, afirmó a la AFP que 17 personas habían muerto. Previamente, señaló que el hospital había recibido a unos 50 heridos.

El accidente tuvo lugar cuando el Zakria Express procedente de Multan, una importante ciudad de la región de Punyab (centro), chocó contra el Farid Express, que venía de Lahore y estaba detenido en la estación de Quaidabad, también llamada Jumma Goth, en el este de Karachi.

Ajab Gul, empleado de una fábrica, dijo a la AFP que se dirigía al trabajo cuando presenció el accidente.

“De repente, un tren entró a toda velocidad y embistió al que estaba aparcado“, agregó, definiendo el ruido del impacto como “enorme”.

“Había nubes de polvo y humo. Después oímos los gritos. La gente dentro de los trenes estaba gritando y llorando”, explicó Gul.

Los accidentes ferroviarios son frecuentes en Pakistán, que tiene una amplia red ferroviaria heredada de la época colonial pero que está en muy mal estado.

La corrupción, la mala gestión y la falta de inversiones están detrás de esa decadencia.