Un príncipe saudí fue azotado por un crimen no especificado, indicó este miércoles un periódico local, dos semanas después de la ejecución de otro miembro de la familia real por asesinato.

El castigo tuvo lugar el lunes en un cárcel de la ciudad de Yeda (oeste), indicó el diario Okaz sin precisar el número de azotes que recibió el príncipe, cuya identidad no fue revelada.

Ningún medio estatal informó de lo ocurrido, al igual que ocurrió después de la ejecución del príncipe Turki ben Saud ben Turki ben Saud Al Kabir, el 18 de octubre, acusado de asesinar a un hombre durante una pelea.

Esta ejecución fue un hecho excepcional al tratarse de uno de las miles de saudíes con sangre real, pero las condenas a muerte son frecuentes en un país donde, según las autoridades, 137 personas fueron ajusticiadas desde comienzos de 2016.

La organización defensora de los derechos humanos, Amnistía Internacional, lleva meses alertando sobre el número de ejecuciones en Arabia Saudí y pide a Riad “que derogue la pena capital de una vez por todas”.

En 2015, l53 personas fueron ejecutadas en Arabia Saudí, el mayor número en los últimos 20 años, según un recuento de la agencia de noticias AFP.

Las autoridades aducen que la pena de muerte, aplicada en casos de terrorismo, asesinato, violación, robo a mano armada y narcotráfico, tiene un efecto disuasorio.

El reino es el tercer país que más personas ejecuta tras Irán y Pakistán, según Amnistía Internacional.