La Organización de Naciones Unidas (ONU) exigió este lunes responsabilidades por el bombardeo contra un funeral en Yemen y pidió que los autores respondan ante la justicia por la muerte de 140 víctimas.

Ataque ocurrido el sábado que fue atribuido por los rebeldes chiitas que controlan Saná a un bombardeo de la coalición liderada por Arabia Saudita, que está involucrada en el conflicto desde marzo de 2015. 

El responsable de la ONU para el país -Ismail Uld Sheij Ahmed- dijo que se tiene que hacer todo lo posible para asegurarse que los ataques de este tipo lleguen a la justicia, declaraciones realizadas tras reunirse en París con el ministro francés de Relaciones Exteriores, Jean-Marc Ayrault.

El delegado agregó que la coalición debe publicar los resultados de su investigación sobre los ataques, que dejaron heridas a más de 525 personas. “Necesitamos tener los resultados de la investigación muy muy rápido”, afirmó. 

Por su parte -el Secretario general de la ONU, Ban Ki-moon- respaldó la idea de crear de una comisión independiente que investigue las violaciones de derechos humanos en Yemen. 

El líder de Naciones Unidas indicó que el Consejo de Derechos Humanos -con sede en Ginebra- debe realizar una investigación completa en dicho país, después de que el organismo declinara el mes pasado iniciar tal indagación. 

“Debe haber responsabilidades por la reprobable conducción de esta guerra”, dijo Ban a reporteros. “Insto al Consejo de Derechos Humanos a cumplir su deber y actuar”, agregó. 

A fines de septiembre un grupo de estados europeos, liderados por Holanda, impulsaron en ese Consejo una resolución planteando una investigación internacional, pero la propuesta fue desechada y quedó sobre la mesa un texto más suave planteado por Sudán.

El bombardeo alcanzó de lleno el sábado una importante ceremonia fúnebre en la capital yemení, controlada por los rebeldes chiitas hutíes. Entre las víctimas figuran personalidades políticas, responsable militares y numerosos civiles.

Los rebeldes acusaron de inmediato a la coalición árabe dirigida por Arabia Saudita, país que rechazó esas acusaciones y ordenó la apertura de una investigación sobre el bombardeo, el más sangriento desde el inicio hace 18 meses de la intervención de la coalición en Yemen.

La coalición, que inicialmente negó estar implicada, dijo el domingo que iba a investigar el incidente, después de que Estados Unidos advirtiera que iba a “revisar” el respaldo que da a la alianza. 

Cabe señalar que las tensiones se dan tras el alejamiento entre Washington y Riad en estos dos últimos años, especialmente desde el inicio del acercamiento entre Estados Unidos e Irán.

Conflicto provocado por el avance de milicias hutíes sobre Saná a finales de 2014, tras lo cual lograron controlar gran parte del país, lo que llevó a la intervención de la coalición en favor del presidente Abd Rabo Mansur Hadi. 

Desde el inicio de las operaciones han muerto más de 6.700 personas, de las cuales dos tercios eran civiles, según cifras de la ONU. La guerra ha obligado a huir a tres millones de personas, además  cientos de civiles han sido víctimas colaterales de los bombardeos atribuidos a la coalición árabe.

Las conversaciones de paz mediadas por la ONU entre los rebeldes y las facciones leales al gobierno colapsaron en agosto y los combates fueron retomados en la mayoría de los territorios del país.