La “tragedia” de la ciudad siria de Alepo exige que se limite el derecho de veto de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, declaró el martes el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, el jordano Zeid Ra’ad Al Hussein.

“Estoy firmemente convencido” de que “el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas debería, sin demora, adoptar criterios para impedir que sus miembros utilicen el derecho de veto cuando existen preocupaciones graves con relación a posibles crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad o genocidio”, declaró Al Hussein.

Los cinco países miembros permanentes del Consejo de Seguridad con derecho de veto son Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Rusia y China.

“Esa iniciativa crucial permitiría al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas de reenviar la situación en Siria ante la Corte Penal Internacional (CPI)”, explicó.

Frente a los crímenes cometidos en Siria, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas y la Comisión de Investigación de la ONU sobre Siria pidieron en varias ocasiones remitir el asunto a la CPI.

Esta posibilidad parece poco verosímil debido a que el Consejo de Seguridad está dividido con respecto a Siria y Rusia sigue protegiendo a su aliado sirio.

“No olvidemos que la destrucción de ciudades como Varsovia, Estalingrado y Dresde y el horror infligido a los civiles contribuyeron fuertemente a la creación de las Naciones Unidas. No podemos permitirnos fracasar en Alepo“, advirtió el Alto Comisionado, que destacó que desde el 21 de septiembre murieron centenares de civiles, entre ellos 100 niños.