Rusia está lista para relanzar las conversaciones con Estados Unidos para solucionar la crisis en Siria, dijo este miércoles el ministerio de Defensa ruso, pocos después de que Washington amenazara con suspender su cooperación con Moscú.

Este mismo miércoles, Estados Unidos amenazó con congelar su cooperación con Moscú en Siria y el secretario general de la ONU calificó de “crímenes de guerra” los bombardeos de los dos principales hospitales de la parte rebelde de Alepo.

Para las ONG y los habitantes, estos ataques deliberados del régimen sirio y su aliado ruso buscan aniquilar las infraestructuras que quedan en servicio en los sectores asediados.

En una nueva conversación telefónica, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, informó a su homólogo ruso, Serguei Lavrov, que “Estados Unidos prepara para suspender la cooperación bilateral EEUU-Rusia en Siria” si Moscú no pone fin a los bombardeos en Alepo.

Kerry citó la creación de un “centro conjunto” de coordinación militar previsto por un acuerdo firmado en Ginebra por Rusia y Estados Unidos el 9 de septiembre pero que saltó por los aires diez días después.

Este miércoles, al amanecer, los dos hospitales más importantes del este de Alepo quedaron fuera de servicio, uno a causa de un ataque aéreo y otro por un disparo de artillería, según la Syrian American Medical Society (SAMS), una ONG médica con sede en Estados Unidos.

Al menos dos pacientes resultaron muertos y dos miembros del personal sanitario fueron heridos en estos ataques, según la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF).

“Esta es una guerra dirigida contra los trabajadores sanitarios de Siria”, denunció Ban Ki-moon, recordando que el derecho internacional obligaba a proteger al personal y las instalaciones médicas. “Los ataques deliberados contra hospitales son crímenes de guerra”, agregó.

En el comunicado del ministerio de Defensa ruso, se supo que por órdenes del presidente Vladimir Putin, el ejército ruso está listo para enviar “expertos” militares a Ginebra, para “retomar las consultas” con sus pares estadounidenses con el objetivo de lograr una “normalización” de la situación en Alepo, y en toda Siria, según el ministerio.