Las fuerzas del régimen sirio se encontraban este domingo a la defensiva en Alepo (norte), después de haber sufrido un duro revés frente a una coalición de rebeldes y yihadistas en esta ciudad clave en el conflicto.

Esta coalición, el Ejército de la conquista, anunció el domingo por la noche que lanzará una batalla para retomar toda la ciudad de Alepo.

“Anunciamos el inicio de la nueva fase para la liberación de todo Alepo y anunciamos que vamos a duplicar el número de combatientes para que puedan participar en esta batalla”, declaró esta coalición.

“Sólo cesaremos de luchar cuando ondeemos la bandera de la conquista en la ciudadela de Alepo”, añadió.

Durante toda la jornada, los aviones del régimen sirio de Bashar al Asad y de Rusia, su principal aliado, bombardearon los barrios rebeldes de esta ciudad, según un corresponsal de la AFP.

Otras zonas rebeldes al sur de Alepo fueron blanco de docenas de ataques aéreos de las fuerzas sirias en las últimas horas, según una fuente militar citada por medios estatales.

El sábado, los rebeldes, apoyados por el Frente Fateh al Sham (antiguo Frente Al Nusra, que renunció a su vínculo con Al Qaida) dieron un giro completo a la situación en Alepo al romper el asedio impuesto desde el 17 de julio a sus barrios del este y rodear las zonas controladas por el régimen en el oeste de la ciudad.

El régimen reconoció implícitamente la amenaza que pesa sobre los distritos bajo su control, donde los habitantes comenzaron a almacenar alimentos.

“Nuestras tropas se redesplegaron después de haber hecho frente al choque del ataque de miles de mercenarios y encontraron una vía alternativa para el suministro de comida y gasolina”, aseguró la televisión pública.

“El ejército sirio y sus aliados sufrieron una derrota muy dura”, afirmó el director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), Rami Abdel Rahman.

La alianza de grupos rebeldes y yihadistas anunció el sábado que conquistó el barrio gubernamental de Ramusa, en la periferia sur de Alepo.

Desde allí, lograron abrir una ruta con los barrios rebeldes del este, donde el régimen tenía asediados a unos 250.000 habitantes.