El yihadista francés Salah Abdeslam y su cómplice tunecino Sofiane Ayari fueron condenados este lunes en Bruselas a 20 años de prisión por su participación en un tiroteo con policías tres días antes de su detención, en marzo de 2016 en la capital belga.

Esta es la primera vez que un tribunal dicta sentencia sobre Abdeslam, único sobreviviente de los comandos yihadistas que atacaron en París el 13 de noviembre 2015, provocando 130 muertos y que desde entonces hasta su detención en Bruselas, cuatro meses después, fue el hombre más buscado en Europa.

Salah Abdeslam
, de 28 años y encarcelado en las afueras de París desde hace dos años, estuvo ausente en la lectura de la sentencia, al igual que Sofiane Ayari, de 24 años.

En la sentencia el tribunal correccional de Bruselas encontró a ambos culpables de tentativa de homicidio de carácter terrorista.

“El contexto era el de los atentados de París” sostuvo la sentencia. De acuerdo con la investigación “no hay ninguna duda de su pertenencia al radicalismo”,

Ambos fueron ademas condenados a indemnizar a las víctimas, entre ellos un policía gravemente herido, con 500.000 euros.

El 15 de marzo 2016 durante una redada en un apartamento supuestamente vacío en Forest, suburbio de Bruselas, en el marco de las investigaciones tras los atentados de París, los equipos de policías belgas y franceses fueron recibidos a balazos.

Cuatro de los policías resultaron heridos y un yihadista, un argelino de 35 años, murió mientras cubría la fuga de Ayari y Abdeslam, quienes fueron identificados por las trazas de ADN recabadas por los investigadores.

Durante el proceso uno de los abogados de la parte civil, Tom Bauwens, relató que uno de los policías heridos, miembro de las fuerzas especiales, nunca pudo reintegrarse al trabajo debido a las lesiones cerebrales que sufrió en el tiroteo.

Fin de la fuga

Esta redada precipitó el fin de los cuatro meses de fuga del yihadista, quien fue detenido tres días después en la comuna bruselense de Molenbeek.

Durante el juicio iniciado en febrero ninguno de los acusados quiso responder a las preguntas del tribunal.

Pero Salah Abdeslam, un francés de origen marroquí y con antecedentes de pequeña delincuencia, asumió ante los jueces en papel de un islamista convencido y dijo que se ponia en manos de Alá.

Su abogado, Sven Mary, debe informarle ahora sobre el contenido de la sentencia antes de decidir sobre una eventual apelación.

“Hemos escuchado (al tribunal). Voy a ver con Salah Abdeslam si presentaremos o no una apelación”, dijo el abogado a los periodistas.

El tribunal, antes de anunciar el fallo, rechazó una demanda de nulidad presentada por Mary basándose en un tema de procedimiento por los idiomas utilizados en el proceso.

Abdeslam es el sospechoso clave de los atentados del 13 de noviembre de 2015. Las investigaciones demostraron que esa noche él traslado en auto a los tres kamikazes que atacaron en las afueras del Estadio de Francia, antes de abandonar un cinturón explosivo defectuoso.

El francés también es sospechoso de haber transportado a través de Europa a una decena de yihadistas durante el verano boreal de 2015.